Una mujer norteamericana ha conseguido volver a hablar por primera vez en 18 años gracias al uso de un implante cerebral y de un algoritmo de inteligencia artificial (IA). Tal como explican los responsables de este gran adelanto en un artículo publicado en la revista ‘Nature’, la paciente, Ann Johnson, sufrió un ictus en 2005 y quedó paralizada y con muchísimas dificultades para comunicarse.
A pesar de que no podía hacer mucho más que emitir sonidos, pero, su seso continuaba enviando las señales que lo tendrían que haber hecho comunicarse con normalidad, y es así como una nueva tecnología en fase de pruebas, desarrollada por las universidades de California – San Francisco y California – Berkeley, ha conseguido ‘traducir’ estas señales cerebrales y convertirlos en palabras que son pronunciadas por un avatar digital.
Un aparato complejo con resultados muy positivos
El widget contiene más de 250 electrodos que captan las señales provenientes de miles de neuronas. Cuando fue implantado a Johnson, también se le dejó un puerto que permite conectar un cable que va a parar a un ordenador, donde la IA los interpreta y los convierte en las frases que son leídas por el avatar digital de la paciente.

A pesar de que ya se habían creado tecnologías parecidas, los investigadores afirman que la suya es más rápida y precisa que las anteriores. Con este sistema, los intentos de Johnson de comunicarse se tradujeron a un ritmo de unas 80 palabras por minuto, en comparación con las 150-200 de una conversación ‘natural’, y que con un vocabulario de 1.024 palabras la IA consiguió una precisión de aproximadamente el 75%.
Además de esto, los científicos crearon la voz del avatar de Johnson a partir de grabaciones de ella misma durante su casamiento y también que las señales cerebrales que envía no se traduzcan solo en palabras sino también en expresiones faciales al avatar, dándole todavía mucha más capacidad comunicativa. Todo ello para una persona que, durante mucho de tiempo, tenía que señalar letra por letra a una pizarra para construir frases y comunicarse con otras personas.

Dos grandes adelantos en paralelo
Este, pero, no es el único adelanto que se ha produit últimamente en este campo. En la misma revista ‘Nature’ otro equipo, en este caso de la Universidad de Stanford, también en los Estados Unidos, anuncia cómo ha conseguido resultados parecidos con otra mujer paralizada, en este caso, por el esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que sufre, que todavía le permite moverse pero que le ha impedido completamente el habla.
En este caso a la paciente, Pat Bennett, se le implantaron dos pequeños sensores que envían información a un programa entrenado para descodificar señales de las neuronas y convertirlas en palabras en una pantalla, con una interfaz cerebro-ordenador con cable, como en el proyecto anterior. A pesar de que la velocidad de conversión es más lenta, de unas 62 palabras por minuto, la precisión de la ‘traducción’ se mantuvo en un 76% con un vocabulario de 125.000 palabras.
Un salto enorme en solo treinta años
En cualquier caso, la tecnología va poniendo cada vez más cerca la posibilidad de habla –y de moverse– a personas que, hasta hace poco, no tenían ninguna esperanza de poderlo hacer. Así pues, por mucho que quede un buen montón de trabajo para hacer antes de que estos sistemas no acontezcan opciones comerciales, habituales y asequibles, cada una de estas pasas supone un gran adelanto en un campo que solo hace unos treinta años que dejó de ser una idea de ciencia ficción.