Un estudio reciente ha relacionado los desequilibrios de los niveles de algunas proteínas a la sangre durante la mediana edad con la aparición de algunas demencias, entre las cuales el Alzheimer. Este descubrimiento, presentado en un artículo en la revista ‘Science Translational Medicine’, abre la puerta a crear nuevos macetas de diagnóstico para estas enfermedades y, quizás, incluso a nuevos tratamientos.
Un trabajo con más de 10.000 personas durante 25 años
El trabajo ha seguido la evolución de miles de personas durante más de 25 años, y es así como ha detectado que algunas proteínas, muchas de las cuales tienen funciones sin ninguna relación con el cerebro, se relacionan claramente con la aparición de demencias, con cambios detectados incluso décadas antes de la aparición de los primeros síntomas.
Con muestras de sangre de más de 10.000 personas y sus historiales médicos, los investigadores tuvieron una gran oportunidad para mirar de encontrar elementos que permitieran predecir la demencia con mucha antel·lació a través del proteoma, es decir, de las proteínas expresadas en todo su cuerpo. Se fijaron en niveles anormales de cualquier de ellas, ya fuera por exceso o por defecto, y encontraron 32 que, si estaban desreguladas entre los 45 y los 60 años, tenían una relación muy fuerte con el riesgo de desarrollar demencias más adelante.

Relaciones que abren nuevas vías de investigación
A pesar de que los científicos no saben cuál es la relación exacta que tienen estas proteínas con cada enfermedad, no creen que el que han observado sea casual. De hecho, la observación que no todas las proteínas sufrían cambios al plasma y al tejido cerebral a la vez hace pensar que hay mecanismos que se desconocen pero que tienen algo a ver.
Algunas de las proteínas identificadas, por ejemplo, están relacionadas con la proteostasi, el equilibrio de los niveles de proteínas. Esta regulación es muy importante porque, si no funciona bien, se pueden producir acumulaciones como por ejemplo las que tienen lugar en el cerebro de las personas que sufren Alzheimer. Otros, pero, están relacionadas con el sistema inmunológico, cosa que se suma a los indicios que se han recogido hasta ahora de la relación que tiene con el desarrollo de algunas enfermedades.
Así pues, y a pesar de que todavía queda muchísimo para estudiar, las relaciones establecidas por este estudio pueden ser una primera pasa para entender algunos mecanismos subyacentes de las demencias y de cómo se desarrollan mucho antes que se manifiesten. Con esto, se podría prevenir la aparición y, incluso, tomar medidas para evitarlas.


