Un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, ha descubierto que los vikingos tenían unos dentistas con unos conocimientos y unas tecnologías sorprendentemente avanzadas. En un artículo publicado a ‘PLOS One’, los científicos exponen los resultados de sus últimas investigaciones, que muestran como, si bien aquel pueblo feroz tenía problemas de salud bucal bastante extendidos, miraban de tratarlos de maneras bastante parecidas a cómo se haría a día de hoy.
Un estudio con conclusiones sorprendentes
Para este trabajo, se examinaron casi 3.300 dientes de 171 individuos de entre los siglos IX y XI aproximadamente, provenientes de un yacimiento donde las condiciones del suelo han permitido que los cuerpos se conservaran en buen estado. Las piezas fueron estudiadas usando técnicas y herramientas modernas de odontología, y las conclusiones han sorprendido los investigadores.

Para empezar, parece que el 49% de los vikingos, cuando menos según la muestra, tenía una o varias lesiones relacionadas con la caries. De los dientes adultas, un 13% estaban afectadas, a menudo a las raíces. Sin embargo, los niños con dientes de leche, ya fueran todas o solo algunas, estaban completamente libras de este mal. Otro problema común entre los vikingos adultos parece que era la caída de los dientes. El individuos estudiados habían perdido un 6% a lo largo de la vida, sin contar las muelas de la cordura, y a medida que se hacían grandes la carencia de piezas era más grande.
Tratamientos inesperadamente complejos
Los resultados de las pruebas, pues, muestran que las caries, las infecciones y otros problemas que causan dolor en la boca eran bastante habituales entre los vikingos. Sin embargo, el mismo estudio también muestra que miraban de tratar estos males de varias maneras. Así, los análisis han mostrado indicios del uso de palillo, de haber limado algunas piezas e incluso de tratamientos para infecciones.

Uno de los procedimientos más sofisticados de que se han encontrado pruebas es, sorprendentemente, limar agujeros de las muelas, desde la corona y hasta bajo de todo, una técnica que probablemente se usaba para reducir la presión y el dolor en casos de infección. Un tratamiento que, al fin y al cabo, no es muy diferente del que se lleva a cabo cuando se barrena un diente infectado, cosa que hace pensar que tenían algunos conocimientos rudimentarios de salud bucodental. Un hecho sorprendente no solo porque los individuos analizados hace más de 1.000 años que murieron sino, también, porque rompe la imagen de los vikingos como un pueblo de guerreros bárbaros.






