Una subida relativamente rápida del nivel del mar podría haber sido uno de los factores que contribuyó a que los vikingos, después de cuatro siglos viviendo a Grenlàndia, decidieran abandonar repentinamente la isla a finales del siglo XV. Según un nuevo artículo publicado a ‘PNAS’, este hecho, que no había sido tenido en cuenta hasta ahora, también jugó un papel significativo en el abandono de la colonia, uno de los hechos más misteriosos de la historia de los vikingos.
Entre las teorías que se han propuesto para explicar cómo puede ser que, de repente, los habitantes de la isla marcharan, hay caza excesiva de morsas, los colmillos de las cuales eran un producto de lujo; problemas sociales, sequías y cambios repentinos en la temperatura, que habrían acabado impidiendo la viabilidad económica de la colonia. Ahora, a todo esto se añade la subida del nivel del mar.
Más de 200 kilómetros cuadrados de tierra perdidos en cuatro siglos
Usando un modelo por ordenador basado en los registros geológicos y climáticos, los investigadores han visto que, durante los cuatro siglos que los vikingos vivieron a Grenlàndia, el nivel del mar subió aproximadamente tres metros. Esto habría hecho que los asentamientos hubieran perdido más de 200 kilómetros cuadrados de tierra, tomándolos suelo fértil y también haciéndolos más vulnerables tanto a las tormentas como la erosión de la costa. teniendo en cuenta que, además, la Pequeña Edad de Hielo hizo que el clima fuera a la vez más frío y más seco, podría haber dificultado mucho la supervivencia de los habitantes de la isla.
De hecho, el análisis de restos humanos de cementerios y de restos animales de la época también muestra que, a medida que fue avanzando el tiempo, la dieta de los vikingos de Grenlàndia fue teniendo cada vez menos alimentos provenientes de la tierra y más del mar, cosa que coincide con la teoría que la pérdida de tierras fértiles y el endurecimiento de las condiciones climáticas podría haber dificultado la obtención de comida del interior de la isla.
