Los flashes de luz que iluminan bastante a menudo la cubierta de nubes de la atmósfera del planeta Venus podrían no ser rayos, como se había pensado a menudo, sino meteoritos desintegrándose camino de la superficie. Esta es la hipótesis que propone un equipo de investigadores en un artículo publicado a ‘Journal of Geophysical Research: Planets’ y que podría dar una nueva explicación a un fenómeno que hace tiempo que intriga los científicos.
Un fenómeno que podría dificultar la exploración del planeta
Estos pequeños estallidos de luz a la atmósfera de Venus, que por el que sabíamos ya es lo más parecido a el Infierno que nos podemos imaginar, son una preocupación importante para el futuro de la exploración del planeta. Con un número considerable de misiones preparándose por visitarlo, descubrir qué los origina puede ser muy importante. Si son rayos, como se pensaba hasta ahora, podrían ser un riesgo para los módulos que bajen hasta la superficie o para los globos sonda que la puedan sobrevolar. Los meteoritos, en cambio, no serían un problema tan grande.

El hecho es que las sondas orbitales y los telescopios terrestres hace tiempos que han ido observando pequeños flashes brillantes a la atmósfera venusiana y que, además, los módulos que han aterrizado a la superficie han detectado radiación electromagnética estática pareciendo a la que puede captar una radio AM y que, en la Tierra, causan los rayos. El que no ha pasado nunca, pero, es que los rayos y la estática se captaran a la vez, cosa que impide relacionarlos claramente.
Los meteoritos son una explicación plausible
Para mirar de resolver este misterio, los investigadores va, usar el telescopio del monte Bigelow, en Arizona (Estados Unidos) y los datos de la sonda orbital japonesa Akatsuki por contar los flashes de luz detectados a la atmósfera de Venus. Según sus cálculos, cada año hay entre 10.000 y 100.000 de estos flashes.
Esta cifra puede parecer masa alta como porque todos los causen meteoritos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aunque Venus sea más pequeño que la Tierra, los meteoritos allá viajen más rápidamente, en parte porque el planeta gira a más velocidad que el nuestro, y por tanto su entrada a la atmósfera sería más brillante y más visible.
Así pues, la mayoría, si no todos los flashes de la atmósfera venusiana, podrían ser meteoritos. Una explicación, pero, que se tendría que acabar de corroborar en el futuro, observando a la vez los estallidos de luz y la estática electromagnética. Además, los investigadores continúan pensando que es posible que, en una atmósfera tan rica en dióxido de carbono, se puedan producir descargas eléctricas ‘invisibles’, sin luz, pero que puedan ser igualmente peligrosas para los aparatos humanos.