El calor que genera un pequeño centro de datos, los ordenadores que se usan para el procesamiento de la información de organizaciones y empresas, es suficiente para climatitzar una piscina. Esto es el que ha hecho, tal como explica la cadena británica BBC, una instalación de titularidad pública situada a Exmouth (Inglaterra), que se ha aliado con una ‘start-up’ denominada Deep Green. De este modo, unos consiguen tener el agua caliente mientras los otros mantienen refrigerado su centro de datos.
El calor del centro de datos es suficiente el 60% del tiempo
Los computadores son rodeados de aceite, que captura el calor que emiten y la transmite a la piscina, que el 60% del tiempo puede mantenerse a 30 °C usando solo esta fuente de energía. De este modo, el centro donde se encuentra la piscina se ahorra miles de libras en calefacción, puesto que Deep Green ofrece el centro de datos ‘de balde’, contando solo con la reducción de costes de no tenerlo que refrigerar activamente. No solo esto, sino que la empresa pagará a las instalaciones el coste de la electricidad del ordenador.
Un proyecto para desarrollar ‘calderas digitales’
La empresa Deep Green cobra al suyos clientes para usar su capacidad de computación para algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático. Además, pero, ha sido cinco años desarrollando un sistema para convertir sus centros de datos en ‘calderas digitales’ y, ahora que se ha puesto en marcha la primera prueba, ya se han apuntado siete piscinas más de varios lugares de Inglaterra. Con el precio de la energía en niveles muy altos, este proyecto no solo es una gran manera de hacer un uso más eficiente sino, también, de ahorrar muchísimo dinero.
Un beneficio para las personas y también para las empresas
Actualmente, de hecho, los centros de datos más gordos necesitan cantidades enormes tanto de agua como de energía para mantenerse refrigerados y, de hecho, hay que se instalan directamente bajo el agua o en el interior de cuevas a lugares muy fríos del mundo, todo un problema para las empresas que son propietarias. Con proyectos como este o algunos de semblantes que se llevan a cabo en Dinamarca y Suecia, en este as para proveïr de agua caliente sanitaria miles de hogares, se puede conseguir que tanto las empresas como las instituciones públicas o las personas puedan aprovechar todo este gran volumen de calor residual.
