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Crean un material blando que puede saltar 200 veces su grosor

Un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado – Boulder, en los Estados Unidos, ha conseguido crear un material blando que es capaz de saltar 200 veces su grosor. Presentado en un artículo a ‘Science Advances’, ha sido creado tomando los saltamontes como inspiración, pero consigue un rendimiento 10 veces superior almacenando muchísima energía y liberándola de golpe.

Un campo donde se está avanzando mucho

La investigación en ciencia de materiales y robótica blanda ha hecho muchos adelantos durante los últimos años, y se están desarrollando tecnologías que pueden hacer que, en el futuro, haya robots que hagan no solo aquello que los humanos pueden hacer sino, también, aquello que ni siquiera los animales más increíbles del mundo podan.

Elastómeros de cristal líquido

En este caso el material, un film que parece goma, está hecho de elastómeros de cristal líquido (LCE), que tienen las propiedades de los neumáticos y las pegatinas pero también los de las de televisión, para poner algunos ejemplos de materiales parecidos. Además, son altamente responsius a varios estímulos externos. Mientras los investigadores estudiaban estos materiales, vieron como se quedaba a la bandeja caliente donde era, tomando una forma extraña, y de repente saltaba.

El material acumula la energía de la valor, doblándose, y después salta con mucha fuerza | Science Advances
El material acumula la energía de la valor, doblándose, y después salta con mucha fuerza | Science Advances

Así es como se dieron cuenta que los LCE son mucho responsius al calor y empezó el trabajo que los llevó a desarrollar este nuevo material, que usa el calor para generar la energía necesaria para deformar y hacer saltar la LCE. Formato de tres capas diferentes, la escalfor hace que todas ellas se encojan pero que las dos de sobre lo hagan más que no que la del fondo. A la vez, los cristales líquidos también se contraen, y aparece una formación con forma de cono cerca de la parte posterior del material.

Allá, se han colocado cuatro patas, que contribuyen a dirigir el salto. La energía se va almacenando al cono y esto crea inestabilidad mecánica en el material. Cuando se calienta todavía más, la forma del cono se invierte de repente y el material salta al aire.

Un material con muchas posibilidades

Los investigadores afirman, además, que pueden cambiar la configuración de este material porque, en vez de saltar con el calor, lo haga con el frío. Todo ello, creen, lo podría hacer muy útil para algunas máquinas y también robots, puesto que tiene una gran densidad energética que podría servir para que algunos robots blandos soportaran más peso o que se movieran mejor en terrenos inestables.

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