La energía eólica, la generada gracias al viento, se ha convertido en la primera fuente de electricidad del Reino Unido, la quinta economía del mundo. Según informa la BBC, citando investigadores del Imperial College de Londres, el primer trimestre de 2023 esta fuente de energía renovable ha conseguido superar el gas en generación total. Por si esto fundido poco, además, el pasado mas de abril el Reino Unido también superó su récord en generación de energía solar.
Neutralidad en carbono el 2035
Todo ello muestra el camino rápido de despliegue de las renovables en un estado que se ha propuesto que, el 2035, su generación de electricidad sea neutra en carbono. A pesar de que todavía hay algunos impedimentos que se tendrán que superar en los próximos 12 años, que el viento haya superado el gas en la generación, llegando a una tercera parte del total, es un hito muy importante y que muestra el éxito de las medidas tomadas por los varios gobiernos británicos durante los últimos años.
La energía eólica marina lidera la generación
Un dato importante es que, desde que el 2015 se va prácticamente prohibir la instalación de nuevos parques eólicos a tierra firme en Inglaterra, los parques eólicos marinos han crecido enormemente y, a día de hoy, suponen la mayoría de la generación eléctrica proveniente de esta fuente. Sin embargo, el primer ministro británico Rishi Sunak afirmó el diciembre pasado que relajaría las restricciones de los parques eólicos a tierra, de forma que, durante los próximos años, podrían volver a aumentar.
Todo ello se suma a unas cifras que, vistas desde Cataluña, hacen envidia: durante el primer trimestre de 2023, el 42% de la electricidad del Reino Unido se generó con fondos renovables, mientras que los combustibles fósiles han caído hasta un 33%. Sin embargo, y como informa la misma BBC, hay inversiones enormes en energías verdes que se encuentran encalladas por atrasos en la construcción de las infraestructuras necesarias para conectarlas en la red.
Grandes retos pendientes
Hay que tener en cuenta, además, que la electricidad es solo un 18% de la demanda energética del Reino Unido. Así, por ejemplo, el transporte, las fábricas y la calefacción del país continúan dependiendo otras fuentes, mayoritariamente los combustibles fósiles. En cuanto a la calefacción, por ejemplo, la inmensa mayoría de hogares británicos usan calderas de gas, y el gobierno quiere fomentar el paso a bombas de calor eléctricas para reducir, así, la contribución británica al calentamiento global.
