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Las ruinas de Pompeya generan su energía con placas solares invisibles

Las ruinas de la antigua ciudad romana de Pompeya ahora generan su propia energía con placas solares invisibles. Tal como informa la cadena norteamericana CNN, tres edificios del yacimiento se proveen de electricidad para reducir costes y hacerlo más sostenible.

Las placas se han hecho con un método innovador, que imita los materiales tradicionales que usaban los romanos, para no romper el harmona del conjunto, los restos de una ciudad destruida por la erupción del volcán Vesuvi en 79. Han sido instaladas en la Casa de Cerere, a un termopoli –un antiguo restaurante de comer rápido– y en la Casa de los Vettii, una de las más lujosas de Pompeya, que abrió hace al poco de una restauración que ha durado veinte años. Con estas placas, que son iguales que las baldosas de tierra cocida, se consigue suficiente electricidad como para iluminar los frescos que van sobrevivir a la destrucción y que continúen deslumbrando el mundo 2.000 años después.

La electricidad, un gran problema para Pompeya

El gasto eléctrico, justamente, es uno de los grandes problemas de Pompeya. Como que el yacimiento es toda una ciudad, la energía necesaria para iluminarla es enorme y, además, hacerlo con fuentes de energía tradicionales, como por ejemplo generadores, podría destrozar la apariencia del conjunto, que tiene algunas partes que están completamente preservadas y sin prácticamente ningún elemento que no estuviera en la ciudad romana. Instalar cables y palos eléctricos, pues, no es una opción, y las placas solares invisibles consiguen a la vez ahorrar millones de euros y dejar el conjunto, que es visitado por más de 3,5 millones de turistas cada año, con un aspecto más genuino.

Las placas solares se mimetizan perfectamente con el entorno y son casi invisibles | Dyaqua
Las placas solares se mimetizan perfectamente con el entorno y son casi invisibles | Dyaqua

Una empresa líder en el sector

La empresa detrás de estas placas solares invisibles, o ‘baldosas tradicionales fotovoltaicas’, como se las denomina, es Dyaqua, una compañía italiana que ofrece paneles fotovoltaicos con aspecto de piedra, madera, cemento o totxanes y que se pueden fundir perfectamente con las paredes, el suelo o el techo de las casas. De hecho, entre sus clientes hay el museo de arte contemporáneo Maxxi, de Roma, y también ha sido contratada para edificios públicos en Portugal y Croacia. En el caso de Pompeya, además, esta solución se tendrá en cuenta en todos los proyectos de restauración y renovación que se hagan, gracias a sus resultados.

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