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Las emisiones de la generación eléctrica podrían haber llegado al máximo

Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del uso de combustibles fósiles para generar electricidad podrían haber llegado a su máximo histórico y, a partir de ahora, tendrían que empezar a bajar. Esto es, cuando menos, el que afirma el último informe de la empresa de consultoría energética Ember, que cree que somos en un punto de inflexión en el camino hacia un sistema energético sostenible.

Si así fuera, sería la primera vez a la historia que habría una caída interanual en el uso de carbón, petróleo y gas para generar electricidad que no estaría causada por una recesión global o una pandemia, y además sería un paso importantísimo para la reducción total de emisiones de gases de efecto invernadero. Para Ember, este cambio de tendencia se producirá, por fin, gracias a el ‘boom’ de las energías renovables en China, el principal consumidor de carbón del mundo.

Central de energía térmica en China | Wikimedia Commons
Central de energía térmica en China | Wikimedia Commons

La solar y la eólica ya suponen un 12% de la electricidad del mundo

A día de hoy, las energías solar y eólica producen un 12% de la electricidad global y la velocidad a que se está ampliando la capacidad de generación es estremecedora. Este año, según Ember, todo el aumento mundial en la demanda eléctrica será cubierto por las energías renovables, un hecho muy significativo teniendo en cuenta que, a día de hoy, es la principal causa de efecto invernadero y la responsable de un tercio de las emisiones del sector de la energía.

El último Global Electricity Review de Ember, la suya cuarta entrega, ha usado datos de países que suponen el 93% de la demanda energética global, observando que se están haciendo pasas muy importantes en la reducción del papel que tienen los combustibles fósiles en el sector. El 2022, por ejemplo, la generación solar creció un 24%.

De hecho, si contamos las energías nuclear e hidroeléctrica como ‘limpias’, todas juntas produjeron el 39% de la energía generada el año pasado, todo un récord. Y sin embargo, las emisiones del sector el 2022 volvieron a subir porque parte del aumento de la demanda se cubrió con carbón, especialmente en China, y también porque las energías nuclear y hidroeléctrica sufrieron el apagón de algunos reactores y, en el caso de Europa, una sequía que vació muchos embalses.

El parque eólico de Pujalt (Anoia) | ACN
El parque eólico de Pujalt (Anoia) | ACN

El inicio de una tendencia descendente pero con muchos retos delante

Este año, pero, no tendría que pasar nada de esto, sino que el crecimiento de las energías solar y eólica tendría que superar el aumento de la demanda, empezando una tendencia descendente en las emisiones de gases de efecto invernadero de la generación eléctrica. Un hecho importantísimo en un momento donde, precisamente, la descarbonización otros sectores puede hacer aumentar mucho la demanda de electricidad.

Ember cree que, este año, la caída de las emisiones asociadas a la generación eléctrica será pequeña, de un 0,3%, pero será el inicio de una tendencia que se irá acelerando. En primer lugar tenemos las perspectivas sobre que hará China. El 2022, el 50% de la nueva generación eólica y el 40% de la solar fue instalada en aquel país que es, a la vez, el principal consumidor de carbón del mundo. Además, pero, al resto del mundo reducir el uso de gas es el verdadero reto para conseguir esta caída cada vez más rápida en las emisiones.

Así pues, si bien podemos ser en un momento importantísimo por el futuro de toda la humanidad, todavía queda mucho trabajo para hacer.

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