Un grupo de investigadores de la Universidad Técnica de Viena, en Austria, ha anunciado la creación de un nuevo sistema de almacenamiento de energía que puede revolucionar la descarbonización de la economía mundial. Se trata de las baterías de ión de oxígeno, una solución para almacenar la energía generada por las renovables que ha estado presentada en un artículo en la revista ‘Advanced Energy Materiales’ y que tiene ventajas muy importantes respeto los sistemas empleados actualmente.
Las baterías de litio no sirven para todo
A día de hoy, las baterías de ión de litio son prácticamente omnipresentes y las podemos encontrar tanto a los teléfonos móviles como en los vehículos eléctricos. Sin embargo, no son la mejor solución para todas las situaciones donde hay que almacenar energía. Así, en el caso de las baterías de ión de oxígeno, si bien no tienen una densidad energética tan alta, tienen una ventaja muy importante: su capacidad de almacenamiento no se va reduciendo irremediablemente con el tiempo sino que se puede regenerar y, por lo tanto, pueden tener una vida útil extraordinariamente larga. Además, a diferencia de las baterías de ión de litio, se pueden producir sin necesitar tierras raras y ninguno de los materiales de que están fabricadas se puede incendiar.
Todas estas características, pues, hacen de las baterías de ión de oxígeno una solución perfecta para grandes sistemas de almacenamiento de energía, como por ejemplo los que hace falta para la energía eléctrica obtenida de fuentes renovables en momentos donde la producción es muy alta o bien el consumo es muy bajo. De momento, sus creadores ya han enviado la solicitud por registrar la patente de esta idea que podría ser toda una revolución.
Riesgo de incendios casi nulo y materiales respetuosos con el medio ambiente
Si bien el principio básico del funcionamiento de estas baterías es muy parecida al de las baterías de iones de litio, la diferencia es a los materiales, que son cerámicos y que, por lo tanto, reducen a prácticamente cero el riesgo de incendios y son mucho más baratos y respetuosos con el medio ambiente que las tierras raras. Cuando se los aplica un voltaje eléctrico, los iones de oxígeno de su interior migran de un material a otro y después se puede hacer que hagan el proceso inverso, generando corriendo eléctrico.
Otro de las grandes ventajas es que, normalmente, el portador de la carga, habitualmente el litio, va perdiendo su capacidad de generar electricidad, reduciendo progresivamente la capacidad de la batería y degradándola con el paso del tiempo. En una batería de ión de oxígeno, en cambio, esto no pasa, puesto que si hay pérdidas de este tipo se poden compensar con oxígeno obtenido directamente del aire.
Por todo ello, a pesar de que no serviría para teléfonos móviles o vehículos eléctricos, tiene un gran potencial para almacenar energía en grandes cantidades, con edificios llenos de módulos de estas baterías que podrían guardarla a un precio relativamente bajo y de una manera muy segura.
