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El riesgo de extinción de mamíferos puede predecirse antes de que sea tarde

Los datos disponibles sobre la fauna salvaje, concretamente sobre los mamíferos, pueden ayudar a predecir el riesgo de extinción de especies antes no sea un peligro real. Aixó afirma un equipo de investigadores en un artículo publicado en ‘Current Biology’ que concluye que, con la información que tenemos a día de hoy, se pueden empezar a tomar medidas preventivas en vez de, como se acostumbra a hacer, reaccionar cuando empieza a ser demasiadas tarde.

Analizando las principales amenazas

En general, en todo el mundo, la dotación económica para la conservación de especies es limitada y, por lo tanto, poder anticipar si algunas especies que a día de hoy no están amenazadas lo estarán en el futuro podría ser una manera más sencilla y trueque de ayudarlas. Es por eso que los autores de este estudio se han fijado en tres aspectos de los cambios que está sufriendo el mundo: el cambio climático, el crecimiento de la población humana y los cambios de usos del suelo.

Esto, junto con los rasgos biológicos concretos que pueden hacer algunas especies más vulnerables, ha permitido concluir que hasta un 20% de los mamíferos del mundo sufrirán una combinación de dos o más de estos riesgos antes del 2100. En cuanto a un solo factor de riesgo, lo podrían sufrir entre un 40% en un escenario realista de reducción de emisiones y un 58% si todo va mucho peor del que esperamos.

El río Olifantes del Parque Nacional Kruger (Suráfrica) durante un episodio de sequía | Fabien Rouire (CC)
El río Olifants del Parque Nacional Kruger (Suráfrica) durante un episodio de sequía | Fabien Rouire (CC)

En lugares como la África subsahariana y los sudeste de Australia, los factores de riesgo se acumularán, con un cambio climático muy acusado, un gran crecimiento de la población y muchos cambios de usos del suelo. Una «tormenta perfecta», afirman los investigadores, para muchas especies. En el caso de los grandes mamíferos como los elefantes, los rinocerontes, las jirafas y los canguros, estarían más amenazados porque los suyos patrones reproductivos afectan la capacidad que tienen de recuperarse de las crisis, especialmente en comparación con los mamíferos pequeños como por ejemplo los roedores.

Una nueva manera de gestionar zonas protegidas

Si normalmente la preservación de especies se ha concentrado en la declaración de zonas protegidas, para retirar las amenazas para las especies que viven, últimamente se está viendo que esto quiere decir separar los humanos de la natura, cosa que causa conflictos a muchos lugares del mundo donde hay culturas que viven en armonía con el entorno. Así pues, las medidas de prevención también lo tendrían que tener en cuenta para evitar consecuencias negativas.

Un ejemplo es el que se está haciendo en Australia, donde hay Áreas de Protección Indígena, propiedad de los nativos y que se cuidan con la ayuda de las administraciones. En estos lugares se mira que humanos y animales puedan coexistir. Estos modelos son muy importantes y lo serán más en el futuro. En cualquier caso, los datos y modelos disponibles a día de hoy podrían permitir planificar la protección de muchas especies del mundo y, junto con un cambio en la manera como se implementa, impedir que estos animales lleguen a estar en peligro.

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