El Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP) afirma que, de aquí al 2040, es posible reducir en un 80% la contaminación por plásticos que generamos los humanos. Esta es una de las conclusiones más importantes de su último informe que, además, también propone una hoja de ruta para conseguirlo basado en tres grandes ejes: la reutilización, el reciclaje y el uso de materiales alternativos.
Un problema que afecta todo el planeta
La contaminación por plásticos es un problema que afecta absolutamente todo el mundo, habiendo llegado a los lugares más remotos. Incluso está cambiando los ecosistemas y, en casos como el de la Isla de Desechos del Pacífico, creando nuevos. Y aun así, la cantidad de plásticos que se producen y los tiran continúa creciendo año tras año sin que haya freno y sin que los sistemas de tratamiento y de reciclaje puedan dar al alcance. El 2021, se generaron 139 millones de toneladas de plásticos desechables y, el 2060, la producción total de plásticos podría haberse multiplicado por tres.
Propuestas claras y con efectos muy importantes
Al informe, el UNEP propone maneras de evitar esta previsión dramática. Para empezar el más importante es la reutilización de los plásticos, mediante el incentivo del uso de botellas reomplibles y sistemas por los cuales se puedan volver los envases utilizados. Solo con esto, afirma el informe, el 2040 la cantidad de contaminación por plástico se podría reducir en un 30%.
Además, pero, también habría que mejorar la cantidad de plásticos que se reciclan. A día de hoy, solo un 9% de los plásticos que se generan en el mundo son reciclados y, si se consiguiera llegar a hacerlo con casi todos los que sean posibles, se podría reducir encara un 20% más la generación de residuos. Una cifra, además, que podría aumentar a medida que se desarrollen y se implementen nuevas tecnologías que permitan reciclar plásticos que, a día de hoy, solo pueden ser incinerados para evitar que acaben en vertederos o al medio ambiente.
Para incentivar este cambio, el informe también recomienda que se eliminen las ayudas públicas a los combustibles fósiles. Este movimiento, que también ayudaría a la transición energética y a la reducción de emisiones de CO₂, haría más cara la producción de plásticos y, por lo tanto, animaría tanto a reutilizar y reciclar como, también, a intensificar la investigación en materiales alternativos. Esto último, especialmente el cambio a materiales compostables para envases desechables, podría reducir en un 17% la generación de contaminación por plásticos.
Un coste muy elevado pero un beneficio todavía más grande
El informe del UNEP calcula que llevar a cabo todos estos cambios costaría a la economía mundial unos 60.000 millones de euros pero que, si no se hiciera nada, los resultados serían muy peores. Además, también afirma que cambiar a una economía circular del plástico crearía unos 700.000 puestos de trabajo y podría ahorrar hasta 3 billones de euros entre ahora y en 2040, una cifra que incluye los impactos negativo del plástico que se evitarían en el clima, la salud, el aire y el agua. Además, esta reducción del 80% también evitaría la emisión, a partir del 2040, de unos 500 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año.
Este documento llega poco antes de que, a finales de este mes, los países del mundo vuelvan a sentar a la tabla de negociaciones a París (Francia) para mirar de cerrar un tratado internacional para controlar la contaminación por plásticos, que tendría que establecer medidas y regulaciones desde su producción hasta su tratamiento. Si se incluirán propuestas o incluso compromisos de reducción en la producción será uno de los puntos donde habrá más fricciones y, en este sentido, el UNEP quería poner encima la mesa las ventajas que puede tener hacerlo.
