Los mares y océanos de nuestro planeta contienen más de 171 billones (171.000.000.000.000) de fragmentos de plástico, según afirma un equipo de científicos en un informe de que se ha hecho eco la cadena británica BBC. Este gran problema global, pues, tiene un alcance enorme, y supone una gran amenaza para los peces y el resto de animales marinos y, además, a menudo tarda siglos a degradarse en materiales menos peligrosos para la fauna.
La estimación hecha por los científicos afirma que, desde el año 2005, se han abocado 16 billones de fragmentos de plástico más en los océanos. Para hacer los cálculos, se han analizado los registros que hay desde 1979 y se han añadido los datos más recientes de expediciones que recogen plásticos marinos, contándolos y añadiéndolos a un modelo matemático que hace una estimación de cuántos puede haber en todo el mundo.
Plásticos de todo tipos y presentes en todo el mundo
Esta cifra enorme, pues, está hecha de plásticos que hace poco que son en el mar pero también otros de más antiguas que se han ido degradante y rompiéndose. Entre ellas hay restos de ampollles de plástico, envases, redes de pesca… Que pueden dar problemas directamente a la fauna marina, si son bastante gordas, o irse acumulando a sus estómagos hasta causarlos la muerte por inanición. Además, está claro, hay los microplásticos, tan pequeños que son invisibles y que han sido descubiertos en todas partes, incluso en el interior del cuerpo humano, con efectos que todavía se desconocen.
Actualmente, el volumen más grande de plástico marino es en el Atlántico Norte si bien, en otros lugares, hay grandes masas flotantes de plástico, como es el caso del Pacífico.
Los tratados internacionales, la gran esperanza
Sin embargo, los autores afirman que desde el año 2000 ha habido fluctuaciones importantes en los niveles de contaminación por plásticos, un hecho que atribuyen a la efectividad de los tratados y las políticas aplicadas por los varios países para controlar este problema. Así, en los acuerdos internacionales vinculantes sobre los plásticos de la pesca y el transporte marítimo, que tuvieron un impacto importante, tuvo que otros de voluntarios que parece que han tenido menos efecto, de aquí el aumento de los vertidos de plásticos.
Ahora, con la firma de un acuerdo histórico, el Tratado de Alta mar de la ONU, la situación podría empezar a cambiar otra vez. Según especifica, el 30% de los mares y océanos del mundo tienen que acontecer zonas protegidas bien pronto, cosa que no solo pondría límites a la explotación de sus recursos sino, idealmente, a la cantidad de plásticos que llegan.
