Un equipo de investigadores del Museo de Historia Natural de Londres ha identificado una nueva enfermedad causada por los plásticos a las aves marinas. Descrita en un artículo publicado en la revista ‘Journal of Hazardous Materiales’, se lo ha denominado plasticosi y es, afirman sus descubridores, la primera fibrosis inducida específicamente por estos desechos que se ha encontrado nunca en fauna salvaje.
Un mal encontrado en aves de todas las edades
Cuando los pájaros comen pequeños fragmentos de plástico, su trato digestivo se inflama y, con el tiempo, esta inflamación hace que los tejidos se llenan de cicatrices y pierdan su forma original, afectando la digestión, el desarrollo y la supervivencia de los ejemplares afectados. Las aves que sufren plasticosi tienen el trato digestivo lleno de teixitit cicatritzal causado por la ingestión de plásticos y, al parecer, la presencia de estos residuos prácticamente en todas partes ha hecho que se haya encontrado de manera generalizada en aves de todas las edades, tanto en los adultos como incluso en los pollitos, a quienes los padres dan fragmentos de plástico sin querer cuando los llevan la comida.
Consecuencias graves para los animales afectados
El estudio que ha llevado a la identificación de la plasticosi muestra claramente como, además plástico ingerido, más cicatrices al intestinos, y que la enfermedad puede llevar, gradualmente, a la pérdida de las glándulas tubulares del proventrículo, cosa que puede hacer más susceptibles las aves a sufrir infecciones, infestaciones de parásitos y también a tener más problemas tanto para digerir los alimentos como para absorber algunas vitaminas.
La plasticosi podría ser casi omnipresente
Si bien la enfermedad ha sido identificada solo en una especie de aves marinas de Australia, sus características hacen sospechar que es muy probable que haya más aves afectadas y habría que continuar investigando para descubrir cuál es su alcance real. Teniendo en cuenta que los plásticos son presentes en todo el mundo, podría ser que apenas estuviéramos empezando a intuïr las verdaderas proporciones del problema.
