La ONG Environmental Working Group ha publicado un nuevo informe donde denuncia que se han encontrado productos tóxicos considerados ‘indestructibles’ en animales de todo el mundo excepto la Antártida. Estos productos sintéticos, denominados PFAS, pueden causar problemas de salud graves y no se degradan con el paso del tiempo, de forma que se quedan al aire, el suelo, el agua o los organismos vivos de manera permanente.
Más de 100 estudios han detectado PFAS en animales
El documento es el fruto de revisar más de 100 estudios publicados recientemente y que abordan el problema de la presencia de los PFAS al medio ambiente, concretamente a los animales. Los resultados concluyen que, últimamente, estos compuestos han sido encontrados a más de 330 especies de animales y, teniendo en cuenta el que sabemos de los efectos que tienen en la salud humana, resulta alarmante ver que son presentes prácticamente por todas partes, impactando los ecosistemas de todo el mundo.
Unos productos omnipresentes pero potencialmente peligrosos
Los PFAS se han usado desde los años 40 y son presentes en productos tan diferentes como las capas antiadherentes de paellas, ollas y cazuelas, productos de limpieza y también tejidos resistentes al agua o a las manchas. En el cuerpo humano, pero, estos productos se han asociado a problemas de tiroides, colesterol alto, infertilidad, peso bajo al nacer, reducción de la capacidad inmunológica y también más riesgo de sufrir algunos cánceres.
Los estudios en animales han mostrado que los efectos son parecidos, pero haría falta investigar más para ver el impacto en cada especie y ecosistema. Además, tampoco se ha hecho suficiente investigación sobre como estos contaminantes se esparcen por el mundo. Sin embargo, ya es bastante preocupando que los estudios revisados hayan encontrado más de 120 compuestos diferentes en animales de todo el planeta, algunos de los cuales están en peligro de extinción: de los osos polares y los tigres a reptiles, pájaros, gatos, ranas y varios peces, en todos ellos se han encontrado PFAS.
Un toque de atención sobre un gran problema
Por si esto fundido poco, los autores del estudio subrayan que la contaminación detectada es, probablemente, una estimación conservadora, puesto que se han hecho más estudios en algunas partes del mundo que en otras. Además, conocer los niveles de contaminación por PFAS en algunas especies difíciles de encontrar es muy complicado.
En cualquier caso, el que parece claro es que, a pesar de que el uso de algunos de estos compuestos limita cada vez más, todavía se usan y, además, los que ya son al medio ambiente podrían no desaparecer nunca. Este estudio, pues, podría servir para hacer ver el peligro que ya suponen y presionar los gobiernos del mundo porque reduzcan el uso y controlen su llegada al medio ambiente y también a las personas. Al fin y al cabo, como hemos visto muy claramente los últimos años, la salud animal y la de los humanos está íntimamente conectadas.
