Los refrescos ‘light’ y otros productos que llevan edulcorantes artificiales no son buenos para controlar el peso y, además, aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares e incluso la muerte prematura. Esta es una de las conclusiones más importantes a que llega una nueva guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda evitar el consumo de este tipo de productos para adelgazarse o para mejorar la salud. Una recomendación, pero, que se hace a personas sanas pero no a las que ya tienen diabetes, que sí que se pueden beneficiar.
Casi 300 estudios revisados
Esta guía de la OMS se basa en datos recogidos durante años que apuntan que los endolcidors artificiales podrían estar siendo contraproducentes a pesar de ser vendidos como productos que ayudan a mejorar la salud. Así, por ejemplo, en muchos países donde su consumo ha aumentado durante las últimas décadas, también lo ha hecho el consumo de bebidas ‘light’ y otros productos con edulcorantes, cosa que indica que podrían estar teniendo el efecto contrario.
En este caso, los científicos de la OMS han revisado 283 estudios que incluyen 200 trabajos con ensayos clínicos o con pacientes concretos. Estos artículos comprenden una gran variedad de edulcorantes artificiales como la sacarina, la aspartamo o el estèvia, entre otros. Si bien de entrada parece que estos productos reducen la ingesta de calorías, el peso y el índice de masa corporal durante los primeros 3 meses, en tiempos más largos los resultados son mucho más dudosos y no parece que apunten a ningún efecto en el peso.
Beneficios negligibles y riesgos muy importantes
Uno de los problemas detectados es que algunos de los trabajos comparaban el uso de edulcorantes con el de azúcar directamente, sin tener en cuenta que, en condiciones reales, muchas personas cambian las bebidas y los alimentos azucarados por otros con edulcorantes. En el caso de estudios en estas últimas condiciones, las diferencias de peso se consideran estadísticamente insignificantes, como también la reducción del índice de masa corporal. De hecho, sus efectos se equiparon con los del placebo o con simplemente beber agua.
Los investigadores también buscaron estudios más amplios, que hicieran un seguimiento de entre 2 y más de 30 años. Es aquí donde hicieron los descubrimientos más preocupantes, como por ejemplo que un uso más alto de edulcorantes se asocia a un mayor índice de masa corporal y un 76% más de incidencia de la obesidad, además de uno riesgo de diabetes tipo 2 entre un 23% y un 34% más elevado o un incremento del riesgo de accidentes cardiovasculares (32%), ictus (19%) e hipertensión (13%). Además, los consumos más altos de endolcidors se asocia a un 10% más de riesgo de muerto por cualquier causa y a un 19% más de riesgo de muerte por accidente cardiovasculares.
Habría que hacer más investigación pero, de momento, la OMS recomienda evitar estos productos
Es por todos estos riesgos, además de la carencia de pruebas que tengan ningún efecto beneficioso a largo plazo, que la OMS recomienda no consumir endolcidors artificiales. Sin embargo, sus investigadores también apuntan que los estudios revisados eran difíciles de comparar y que podría haber sesgos y que, por lo tanto, habría que hacer más investigación antes de tomar decisiones políticas en este campo. De hecho, al estudiar todos los endolcidors como una sola cosa, no se han podido establecer efectos concretos en cada uno de ellos ni tampoco las diferencias que puede haber según cada persona.
Así pues, y de momento, los expertos recomiendan encontrar otras maneras de reducir el consumo de azúcar, como por ejemplo cambiar a una dieta menos dulce o comer más fruta. Además, también advierten a los consumidores que hay que tener cuidado y entender bien qué estamos consumiendo, puesto que algunos alimentos y bebidas contienen endolcidors artificiales aunque no estén listados explícitamente.
