La presión y el estrés reducen el rendimiento incluso en el caso de los deportistas de élite. Esto, que en general se considera conocimiento popular, ha sido confirmado por un estudio que se llevó a cabo durante los Juegos Olímpicos de Tokyo de 2020 y que ha sido presentado en un artículo publicado en la revista ‘Psychological Science’.
Mesurando el ritmo cardíaco a distancia
Esta cita olímpica, precisamente, fue el primer acontecimiento atlético donde el ritmo cardíaco fue mesurado en tiempo real cuando los mejores arqueros del mundo miraban de conseguir una medalla de oro. Gracias al análisis de estos datos biomédicos, un equipo de varias universidades ha conseguido demostrar que, cuando los atletas están bajo presión, lo sientas resultados se resienten. Un hecho que prueba, entre otros, la existencia del famoso ‘factor campo’ y la importancia de la resistencia psicológica.
En este estudio, los investigadores se fijaron en competiciones individuales de tiro con arco, en que se registró en tiempo real el ritmo cardíaco de 122 deportistas mientras tiraban 2.247 flechas. Esto se hizo gracias a unas cámaras de alta velocidad que fueron diseñadas para detectar la reflectancia de la piel y determinarlo con una precisión del 96%.
Una relación directa demostrada
Los resultados indican que hubo una relación directa entre un ritmo cardíaco más alto antes de cada tiro y una puntuación más baja. Así, mientras la edad y el género de los arqueros no tenían una influencia importante en la relación entre estrés y resultados, hay un buen número de factores relacionados con la naturaleza de la competición que sí.
Así, por ejemplo, un ritmo cardíaco aumentado era más probable que redujera el rendimiento de los arqueros considerado menos buenos y de todos quienes echaban en segundo lugar o iban perdiendo en el momento de hacerlo. Además, la influencia del ritmo cardíaco también iba aumentando a medida que se acercaba el final de cada enfrentamiento. Así pues, si bien los atletas también reciben entrenamiento por controlar el estrés y la presión, continúan teniendo un papel importante en su rendimiento.
Un adelanto importante en tecnologías médicas
Además del que supone este estudio en cuanto a demostrar la relación entre el estrés y el rendimiento en condiciones de competición reales, también ha conseguido probar que capturar el ritmo cardíaco con cámaras de alta velocidad es una fuente fiable de datos biométricos. Así, este sistema se podría empezar a implementar en contextos muy diferentes, de los deportes a la salud mental, especialmente teniendo en cuenta como puede ser un indicador fiable de estrés psicológico.
