Un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, afirma que podría haber encontrado una cura para el ‘Staphylococcus aureus’, uno de las bacterias resistentes a los antibióticos más peligrosos. En un artículo publicado al ‘Journal of Investigative Dermatology’, explican cómo han encontrado una enzima que ha demostrado ser muy efectivo contra este patógeno, uno de los ejemplos más conocidos de una crisis cada vez más grave en todo el mundo.
Una infección habitual pero que puede llegar a ser muy grave
Normalmente, las infecciones por ‘Staphylococcus aureus’ se relacionan con la infección de las heridas. A menudo pasan sin tratamiento pero, en los casos graves, hay que tomar antibióticos. El problema es, como es muy conocido, que estas bacterias han desarrollado resistencia a estos fármacos, a menudo a muchos de ellos, haciendo que las infecciones, particularmente las que tienen lugar en los hospitales, resulten muy difíciles de tratar.
Es por eso que la inversión en investigación por encontrar alternativas para eliminar este tipo de patógenos ha aumentado muchísimo durante los últimos años y, ahora, un estudio en pacientes de linfoma cutáneo, un tipo de cáncer, ha dado buenos resultados. Una nueva sustancia, denominada ‘endolisines’, ha demostrado su capacidad de matar ‘Staphylococcus aureus’, tanto los resistentes como los que no, sin necesitar antibióticos.

Una gran ayuda, pues, tanto para las personas con un sistema inmunológico débil como para el resto de la población. En el caso de las personas con enfermedades graves, además, los ‘Staphylococcus’ pueden ser un problema enorme, a menudo imposible de resolver, de forma que encontrar nuevas maneras de tratarlos puede salvarlos la vida.
Una nueva arma para una lucha global
Esta nueva endolisina es una enzima artificial que ha sido mejorado varias veces y diseñado directamente como fármaco para combatir este tipo de infecciones. Tiene la particularidad y la gran ventaja que puede penetrar el muro de ‘Staphylococcus aureus’, de forma que puede destruir su objetivo sin que el resto de bacterias de la piel también sean atacados. Además, como que no funciona del mismo modo que los antibióticos, que las bacterias sean resistentes o no no hace nada.
Así pues, esta investigación, pensada en primera instancia por mejorar la supervivencia de personas con cánceres cutáneos, puede haber abierto un camino importante para resolver uno de los problemas sanitarios más grandes que tenemos a nivel mundial y que, a día de hoy, continúa siendo cada vez más grave.