A pesar de que normalmente se había pensado que el cerebro controla nuestra noción del paso del tiempo, parece que los latidos del coro también tienen una influencia importante. En un estudio publicado en la revista ‘Psychophysiology’, un equipo de investigadores ha comprobado que, ni que sea a nivel de microsegundos, las diferencias en el ritmo cardíaco pueden causar distorsiones en una percepción temporal que, como sabemos, cambia segundos en qué situación nos encontramos o nuestro estado de ánimo.
Estableciendo la relación entre los latidos y el paso del tiempo
Los científicos hicieron electrocardiogramas a los participantes en el estudio para mesurar exactamente la duración de cada latido del coro y, después, los preguntaron que calcularan cuánto duraban los tonos sonoros que los ponían. Los psicólogos establecieron una relación clara. Cuando el intervalo entre los latidos del coro era largo, a los participantes los parecía que los tonos eran más largos mientras que, si los intervalos eran más cortos, los parecía que los tonos eran más cortos.
Además, parece que un ritmo cardíaco más lento ayuda en la percepción. Al fin y al cabo, de alguna manera, los latidos del coro son ruido para nuestro cerebro y, cuanto menos late, más atención podemos dedicar al resto. Esta investigación, pues, aporta más pruebas que no hay ninguno parte del cerebro o del cuerpo que lleve el paso del tiempo de manera exclusiva sino que todo ello es una red donde todos los componentes afectan los otros.
Otro adelanto en un campo donde queda mucho para saber
El estudio se suma a los que se han hecho hasta ahora en la percepción del tiempo y sus causas, pero en este caso se fija en el paso de los microsegundos, y entender los mecanismos que lo controlan pueden ayudar incluso a tratar los traumas y a evaluar la importancia de los recuerdos y la manera como se forman. Al fin y al cabo, un recuerdo muy bueno o muy malo siempre parece mucho más lento de cómo pasaron las cosas en realidad, y comprender como se producen estos cambios de percepciones puede ayudar en la comprensión de como funciona la mente humana.
