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Los humanos tenemos una parte del cerebro solo para orientarnos caminando

El uso que hagamos los humanos de la vista por orientarnos y movernos andando usa una región única del córtex cerebral, concretamente del lóbulo occipital. En un artículo publicado en la revista ‘Cerebral Cortex’, un equipo de investigadores describe este descubrimiento sorprendente y muestra que, por ejemplo, no usamos esta región del cerebro cuando nos arrastramos por tierra.

Este descubrimiento podría ayudar a comprender el desarrollo de los niños cuando aprenden a interactuar y moverse por su entorno físico. Hacerlo, ya sea en una habitación u orientándose en una ciudad, requiere que el cerebro procese varios tipos de información. Cada uno de ellos es responsabilidad de una región del córtex cerebral, si bien todas ellas trabajan plegadas para ayudarnos. Perder las funciones de cualquier de estas regiones, de hecho, puede afectar en la orientación espacial.

Tipos de navegación diferentes

Se considera que, cuando nos movemos por el entorno, se activan dos zonas principales de córtex: el lóbulo occipital (OPA) y el complejo retrosplenial (RSC). Podría ser, pero, que cada una de estas regiones ayudara a un tipo diferentes de navegación. En el caso de la OPA, apoyaría a la navegación basada en la vista, esquivar obstáculos, por ejemplo. En cambio, la RSC ayuda a la navegación basada en mapas, es decir, cuando queremos ir a un lugar lejano.

La exposición a la polución ambiental se asocia a algunos cambios en la estructura del seso de los niños | ISGlobal
El cerebro de los niños funciona de una manera diferente cuando anden | ISGlobal

Sin embargo, hasta ahora esta teoría había sido controvertida porque, en el caso de la OPA, parece que no apoya a la navegación espacial basada en la vista hasta aproximadamente los 8 años de edad pero, en cambio, los niños se pueden orientar mucho antes que esto. Podría ser, pues, que apareciera pronto pero madurara más lentamente, o bien que, por ejemplo, navegar arrastrándose o gateando se hace con un sistema diferente.

Un experimento con videos

Para sacar el intríngulis, los investigadores grabaron videos desde la perspectiva de alguien que anda y, después, otros de semblantes de alguien yendo a gatas por el mismo lugar. También incluyeron algunos videos aéreos, para incluir un tipo de movimiento que los humanos no pueden llevar a cabo. Cuando miramos videos, a menudo nuestro cerebro se activa cómo si duessim a término la actividad y, por lo tanto, usando resonancias magnéticas se puede hacer un seguimiento.

Al ver videos de personas andando, la OPA de los participantes se activó pero, en cambio, no se activó en ninguno de los otros. En el caso del RSC, se activó en todos los casos, apuntando que la OPA es la única región que es específica para orientarnos andando. En los videos gateando, además, se activaron otras zonas del cerebro, sugiriendo que a primeros de la vida esta función podría estar ayudada por otras regiones cerebrales.

Así pues, todo apunta que, en la primera niñez, tenemos un sistema cerebral diferente, en cuanto a la navegación, que cuando nos hacemos más grandes, y cada una de estas piezas aparece en varias etapas del desarrollo. La OPA, por su parte, parece que está íntimamente ligado al andar ‘adulto’, más eficiente.

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