Un proyecto con financiación del gobierno de los Estados Unidos ha anunciado que empieza los ensayos del que podría ser un posible antídoto para la radiación. Este fármaco, que ha sido denominado HOPO 14-1, está pensado para eliminar la contaminación radiactiva que se produce como efecto de armas y explosivos que llevan materiales como por ejemplo el uranio.
Daños inmediatos y cáncer a más largo plazo
La exposición a la radiación puede dañar el ADN, los tejidos y los órganos de las personas, produïnt efectos prácticamente inmediatos pero también enfermedades como por ejemplo lo cáncer a más largo plazo. Es por eso que un medicamento como este, administrado por vía oral, podría ser muy útil en la hora de limitar estos efectos extremadamente nocivos.
Una cohorte de 42 voluntarios probará varias dosis de este medicamento y los científicos valorarán si tiene efectos secundarios de consideración. Si se comprobara tanto la efectividad como la seguridad, pero, podría ser una gran ayuda contra los daños potenciales tanto de accidentes nucleares como de posibles ataques terroristas o del uso bélico de materiales radiactivos.
Un nuevo medicamento disponible
Actualmente de hecho, ya hay dos fármacos inyectables que se usan para tratar la exposición al plutonio, el americio o lo cure. Además, también hace décadas que se sabe que tomar pastillas de yodo puede ser muy útil para proteger las personas si se han liberado isótopos radiactivos de este mismo elemento al entorno. Es, por ejemplo, el que se administró el 1986, durante el accidente nuclear de la central de Chernóbil, en Ucrania. Otra pastilla, en este caso de moratón de Prusia, también ayuda a mitigar la radiación del cesio y el talio.
Los participantes serán seguidos de muy cerca y se espera que los resultados del ensayo se conozcan se hagan públicos el 2024. Si son positivos, el HOPO 14-1 podría ser otra gran ayuda, en este caso para proteger también de los efectos de el uranio y lo neptunio, además del plutonio, el americio y lo cure.
