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Consiguen hacer pasar la borrachera con una sola inyección

Unos investigadores norteamericanos afirman que, en experimentos en ratones, han conseguido hacerlos pasar una borrachera con una sola inyección. Según explican en un artículo a ‘Cell Metabolism’, las pruebas con una hormona han demostrado que los protege de la pérdida de equilibrio y reflejos asociada al consumo de alcohol, cosa que ha permitido descubrir un mecanismo importante que también explica, en primera instancia, por qué nos emborrachamos.

Una adaptación evolutiva para comer fruta y beber néctar

El consumo de etanol, producido por la fermentación natural de azúcares simples en frutas maduras y en néctares, puede causar intoxicación y problemas de movilidad y en la toma de decisiones. Es por eso que los animales que consumimos fructosa y otros azúcares simples hemos desarrollado enzimas en el hígado por romper los enlaces del etanol y hacerlo desaparecer del organismo.

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Las frutas maduras contienen alcohol y algunos animales han evolucionado para protegerse y poder comer | Pixabay

El hígado, pero, según se ha observado, no solo metabolitza el alcohol sino que también envía una señal al seso para protegerlo de los efectos de la intoxicación etílica, como por ejemplo la pérdida de coordinación y de conciencia. La hormona en cuestión, el factor de crecimiento de fibroblasts 21 (FGF21), parece que puede acelerar la recuperación de la intoxicación si se aumentan las concentraciones mediante inyecciones, activando una parte del seso que controla el estado de alerta.

Esta hormona es inducida de manera natural en el hígado por varios tipos de estrés metabólico, como por ejemplo el hambre, la carencia de proteínas y la presencia de azúcares simples y de etanol. Este último, en los humanos, es el inductor más importante de FGF21 que se conoce, y tiene como efectos suprimir la preferencia por el alcohol, inducir el consumo de agua para evitar las deshidratación y proteger de los daños hepáticos.

Ratoli de laboratorio | Pxhere
Si los ratones tienen este circuito de protección, es muy probable que en los humanos exista un de igual o muy parecido | Pxhere

Una hormona específica para protegernos de la intoxicación etílica

Más allá de esto, pero, y tal como se ha demostrado, esta hormona tiene un papel más importante en la hora de proteger de la exposición al etanol. Cuando menos en ratones, el FGF21 estimula la excitación sin cambiar la metabolització del alcohol. Así, a los experimentos, los animales que no tenían esta hormona tardaban más a recuperar el equilibrio y los reflejos después de la exposición al etanol mientras que, los que habían recibido con inyecciones, se recuperaban más rápidamente.

El que sorprendió los investigadores posteriormente es que, en cambio, el FGF21 no contrarresta los efectos sedantes otras drogas como la ketamina, el diazepam o lo pentobarbital, cosa que quiere decir que es una hormona específica para el etanol. Los efectos antiintoxicants del FGF21 se producen porque activa neuronas del seso que generan noradrenalina y regulan el estado de alerta y la excitación. Así pues, parece que este sistema evolucionó para proteger de la intoxicación etílica y debe de modular un seguido de funciones cognitivas y emocionales para mejorar las probabilidades de supervivencia.

Después de esto, y de ver que los efectos de esta hormona del hígado se manifeten al seso, los investigadores vuelan conocer más detalles sobre todo este proceso y también para determinar qué parecidos y qué diferencias hay en la manera como se desarrolla en los humanos.

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