Los consumo de vegetales y tubérculos lilas reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un artículo publicado en la revista ‘Journal of Agricultural and Food Chemistry’ y elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia. Su alto contenido en antocianinas, el compuesto que les da los colores morado, azul y rojo, afecta el metabolismo de la energía, el microbioma intestinal y la inflamación.
Dos tipos de antocianinas
Estos efectos beneficiosos, según el estudio, son más grandes en el caso de los alimentos que contienen antocianinas aciladas. Este tipo de antocianinas son más presentes en las patatas y los boniatos morados, los rábanos, las zanahorias moradas y las coles lombardas. Si bien son mucho menos absorbidas durante la digestión, parece que tienen propiedades probióticas que las hacen ser mejores en la hora de prevenir la diabetes que las antocianinas no aciladas.
Diferencias importantes
Así pues, además de cambiar sus propiedades físicas y químicas, la acilación afecta a la absorción y el metabolismo de las antocianinas, con resultados importantes. Las antocianinas aciladas son antioxidantes más efectivos y, además, también pueden mejorar la barrera intestinal que permite la absorción de nutrientes. Además, mantienen el homeostasis del microbioma intestinal, suprimen caminos celulares que estimulan la inflamación y modulan el metabolismo de la glucosa y de los lípidos.
Las antocianinas aciladas viajan por nuestro dos desde la parte superior del trato gastrointestinal hasta el colon, donde la microbiota de los intestinos las metabolitza. Los transportadores de la glucosa participan en esta absorción, pero no son los mismos en el caso de las antocianinas aciladas que en las no aciladas. Además, también tienen impactos diferentes en las enzimas que participan al metabolismo. Así pues, como concluye este estudio, ambos tipos de antocianinas tienen un efecto diferente en la prevención de la diabetes tipo 2.
