El primer escáner completo en tres dimensiones que se ha hecho nunca del Titanic ha revelado detalles nunca vistos hasta ahora. Tal como informa la cadena pública británica BBC, la reproducción digital del barco, hundido la noche de entre el 14 y el 15 de abril de 1912 en el Atlántico Norte y que reposa a unos 3.800 metros bajo el mar, permite observarlo cómo si fuera fuera del agua. Así, quizás, se podrán acabar de resolver algunos de los misterios que, desde entonces, rodean su naufragio.
Un naufragio muy conocido pero difícil de estudiar
El Titanic y su hundimiento a causa de la colisión con un iceberg durante su primer viaje, que causó la muerte de más de 1.500 personas, es muy probablemente la tragedia marítima más conocida del siglo XX. Sus restos fueron descubiertas el 1985, después de décadas de busca, pero la profundidad a que se encuentra hace muy difícil observarlo directamente, incluso con las cámaras más modernas, para mirar de resolver algunas preguntas básicas sobre el barco y su destino.

Para poner remedio, Magellan Ltd ha usado las últimas tecnologías empleadas por mapejar el fondo del mar y hacer un documental sobre el Titanic. Así, se ha podido obtener una vista completa del naufragio, con sus dos mitades separadas por unos 800 metros y el gran campo de restos diversos que lo rodea. Todo ello gracias a las más de 200 horas empleadas al obtener más de 700.000 imágenes desde todos los ángulos y hacer una reconstrucción exacta en 3D del barco. Un trabajo, está claro, que no ha estado nada fácil.
Una reproducción espectacular
Con este volumen enorme de información, es lógico que la reproducción digital en 3D del barco no muestre solo los rasgos o características más importantes sino detalles tan pequeños como, por ejemplo, el número de serie de una de las hélices. La proa continúa siendo reconocible instantáneamente mientras que la popa, a cierta distancia, es una masa caótica de metal. Alrededor de todo ello, además, hay un gran campo de restos con piezas de metal, estatuas, docenas de zapatos e incluso botellas de vino escumós sin abrir, descansando a 4.000 metros bajo el mar desde 1912.

Gracias a todos estos detalles, quizás se podrá conseguir descubrir más cosas de qué pasó exactamente al Titanic la noche que se hundió. Al fin y al cabo, la manera como chocó con el iceberg no se ha acabado de establecer nunca del todo, y la manera como cayó hasta el fondo del mar también puede dar algunas pistas importantes. Todo ello, además, ayudará a mantener vivo el Titanic durante más tiempo puesto que, a día de hoy, se está deteriorando y cada vez queda menos.