Los restos de un barco hundido en el siglo XVII a las costas de Texel (Países Bajos), la isla más grande del mar del Norte, han resultado ir llenas de tesoros. Según han informado los investigadores del Museo Kaap Skil, el conocido como Naufragio de Palmwood contiene, entre muchos objetos preciosos, un traje de boda de plata, que es expuesto al museo como parte de una colección muy especial de bienes encontrados entre el que quedaba del barco.
Un barco que no ha podido ser identificado
La nave, al parecer, se hundió alrededor de 1660, y durante cuatro siglos no se supo nada más. El 2010, pero, cuando del barco en sí ya no quedaba prácticamente nada, empezaron a aparecer cofres que, cuatro años más tarde, pudieron ser recuperados y llevados a la superficie.
Si bien el barco mercante continúa sin haber sido identificado, su contenido ha acontecido famoso porque hay objetos muy exclusivos, como por ejemplo ropa, enseres de plata, libros encuadernados en piel… toda una muestra de las propiedades de las clases altas de la época. Los más espectaculares de todos ellos son, muy probablemente, los trajes, entre los cuales hay el traje de plata, probablemente de boda, y otro de seda. Este hallazgo, además, es especialmente sorprendente porque hay muy poca ropa del siglo XVII que haya llegar hasta nuestros días, especialmente en un entorno, el mar, donde normalmente la tela se descomposa muy rápidamente.
Un descubrimiento muy especial
Todo ello hace que este naufragio contenga algunos de los descubrimientos históricos más especiales que se han hecho, especialmente en el mar del Norte. De trajes como estos, de hecho, podría ser que no hubiera ninguna más en ninguna parte del mundo. Sorprendentemente, una vez limpiados para eliminar la sal, no hicieron falta muchas tareas de mantenimiento más. Para exponerlos en el museo, pero, han estado puestos en compartimentos con nitrógeno a presión para que el oxígeno no acelere el deterioro.
Además de estos trajes, el mismo cofre contendía medias de seda, un traje, un corpiño rojo y un juego de enseres de baño de mujer. Las tallas de la ropa, pero, son muy diferentes, de forma que es posible que fueran propiedad de una misma familia que viajaba plegada. En cuanto a los otros cofres, había libros encuadernados en piel, uno de los cuales lleva el escudo de la familia real angloescocesa de los Estuardo. Según parece, son los restos de una biblioteca muy exclusiva y muy rara que se hundió con el barco.
En cuanto a la identidad de la nave en sí, los restos de madera de palmera del que había sido la cubierta hacen pensar que era de muy buena construcción. El nombre pero, es desconocido, como también lo son los propietarios de todos estos ‘objetos perdidos’. Sin embargo, son una buena ventana a cómo era la vida de las capas más altas de la sociedad europea del siglo XVII.
