La Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) ha anunciado el descubrimiento de cuatro espadas de la época de la Segunda Revuelta Judía en el interior de una cueva del mar Muerto. Tal como explica ‘Haaretz’, el hallazgo de las armas, de 1.900 años de antigüedad y de origen romano, fue casualidad: unos investigadores entraron a la cueva para estudiar una antigua inscripción en hebreo y toparon con las espadas, que están en muy buen estado de preservación y que se piensa que fueron robadas y escondidas allá por los rebeldes.
Siguiendo la pista del rey Salomón
La cueva, escondida en una zona de acantilados y bastante aislada, contiene una estalactita con los restos de una inscripción que fecha de la época del Primer Templo (990-931 a.C.), construido por el rey Salomón. Esto es el que atrajo tres arqueólogos que la visitaron para obtener imágenes en varias longitudes de ola y ver si podían encontrar los fragmentos de texto que faltan, que podrían no ser visibles a primera vista.

Una lanza y cuatro espadas de la Segunda Revuelta Judía
Fue así como, mientras examinaban la estalactita, que uno de los investigadores vio un pílum, una lanza romana, y cerca, escondidas en grietas, todo de piezas de madera trabajada que eran nada más y nada menos que las vainas de las espadas. El hecho que se intentaran ocultar es, precisamente, el que pensó que debían de ser robadas de soldados romanos o bien obtenidas como botín después de una batalla y que se escondieron porque los rebeldes judíos las pudieran volver a usar.
Durante los primeros siglos después de Cristo, los judíos protagonizaron varias revueltas contra el Imperio Romano, y los investigadores creen que, en este caso, las armas fueron guardadas para usarlas a la Segunda Revuelta Judía, también conocida como Revuelta de Bar Kokhebà, que tuvo lugar entre los años 132 y 135. es un indicio, por ejemplo, una moneda de la época que fue encontrada cerca de la entrada de la cueva.
Sea como fuere, y como el pílum, las cuatro espadas se encuentran en un sido de preservación excepcional. Tres de ellas son del tipo ‘spatha’, con una hoja que rondaba los 60 centímetros de longitud; y la cuarta es más corta, de unos 45 centímetros de longitud. Todas, pero, eran del tipo que usaban los soldados romanos de la época.

Unas cuevas empleadas durante miles de años y que se quieren examinar a fondo
El uso de la cueva, pero, no se remonta solo a la Segunda Revuelta Judía y ni siquiera en la época del Templo de Salomón sino que las excavaciones hechas después del hallazgo de las espadas permitieron descubrir algunos objetos de la Edad del Cobre que se calcula que tienen unos 6.000 años de antigüedad.
La región, además, es llena de cuevas parecidas que contienen o pueden contener restos arqueológicos de un valor enorme, preservadas perfectamente gracias al clima del desierto durante miles y miles de años. Es por eso que, para evitar saqueos, el AAI está mirando de examinarlas todas, entrando a centenares de ellas y haciendo docenas de excavaciones durante los últimos años. Desgraciadamente, a muchas de ellas se encontraron indicios que los arqueólogos habían hecho tarde.