Un nuevo descubrimiento ha sembrado dudas sobre la manera como hemos entendido hasta ahora el desarrollo de los humanos. En un artículo publicado en la revista ‘Science Advances’, un equipo de investigadores informa de como una especie de monos del sur de Tailandia, los macacos de cola larga (
Algunas ‘herramientas’ antiguas podrían ser simplemente restos
Según los científicos, los trozos de piedra que resultan de la actividad de los macacos se podrían confundir fácilmente con las astillas de piedra que se han encontrado a una docena larga de yacimientos de homínidos al este de África que tienen entre 3,3 y 1,56 millones de años de antigüedad. Así pues, hay la posibilidad que aquellos miembros antiguos de la familia evolutiva de los humanos también hubieran creado aquellas ‘herramientas’ por error mientras rompían nueces o huesos y que nosotros, al encontrarlas, nos pensáramos que las habían fabricado expresamente, atribuïnt-los unas capacidades que, cuando menos en aquel momento, todavía no tenían.

Un descubrimiento que aporta más elementos a tener en cuenta
En este caso, pues podríamos estar hablando de un descubrimiento que pose en entredicho algunos de los ejemplos más antiguos de herramientas fabricadas por homínidos que se han encontrado nunca. Según afirman los autores de este estudios, estos hallazgos, y los métodos empleados para determinar el origen, tendrían que ser revisadas teniendo en cuenta esta posibilidad.
Los investigadores analizaron 40 lugares donde los macacos acostumbran a romper frutas y nuevos, descubriendo más de 200 astillas de piedra completas o fragmentadas que, a primer vistazo, son indistinguibles del que, en otro contexto, consideraríamos herramientas homínides muy primitivas.
Sin embargo, semba que hay algunas diferencias que nos podrían ayudar a distinguir a qué caso corresponde cada astilla de piedra. Así, por ejemplo, la mayoría de restos generados por los macacos muestran daños solo por un lado mientras que, a los restos homínides, los daños son presentes a ambas bandas de la astilla. Todo ello, pero, supone una aportación interesante a la arqueología y un elemento más a tener en cuenta en la hora de estudiar este tipo de restos.