En un artículo publicado a ‘Evolution Letters’, un equipo de científica afirma que ha descubierto en qué momento las hormigas van conquistar el mundo. Según explican, hace unos 60 millones de años, siguieron las plantas con flor cuando salieron de los bosques y, desde entonces, han evolucionado con ellas, diversificándose y convirtiéndose en la especie omnipresente y adaptada a prácticamente cualquier tipo de entorno que son a día de hoy.
Una familia numerosíssima y presente en todas partes
En nuestro planeta hay más de 14.000 especies de hormigas y son presentes por todas partes menos en la Antártida. De hecho, se calcula que en cualquier momento hay unos 20.000 billones de ejemplares vivos. El que no se sabía hasta ahora, pero, era cómo habían evolucionado de este modo, haciéndose con prácticamente todo el mundo. Ahora, una combinación del registre fósil, análisis de ADN y datos de la preferencia de hábitats de las especies modernas ha permitido ver como las formiues y las plantas llevan mucho de tiempos evolucionando plegadas a partir del que, parece, era una primera especie antepasada.

Los investigadores compararon el clima de los hábitats de 1.400 especies de hormigas y lo combinaron con una reconstrucción de su árbol genealógico, basándose tanto en la información genética como restes fósiles conservadas en ámbar. Algunos de sus comportamientos, como donde construyen los nidos y los hábitats donde viven, parecen muy compartidos en todas las diversas líneas evolutivas en que se han separado, cosa que ha permitido hacerse una idea de cómo vivían sus antepasadas y sacar conclusiones interesantes.
La conquista del mundo
Al parecer, hace 60 millones de años, las hormigas vivían principalmente en los bosques y hacían los nidos bajo tierra. En aquel momento, algunas plantas evolucionaron y empezaron a evaporar agua a través de las hojas, haciendo aumentar mucho la humedad y convirtiendo aquellos entornos en mucho más parecidos a las selvas tropicales. En respuesta a esto, algunas hormigas empezaron a instalarse en los árboles, como también hicieron algunas ranas y serpientes, por ejemplo.

A la vez, algunas plantas con flor de los bosques empezaron a esparcirse hacia el exterior, a regiones más áridas, y a adaptarse a aquellas condiciones. Según parece, hay hormigas que las siguieron, puesto que las proveían de alimento. A la vez, algunas plantas se hicieron más atractivas para las hormigas, haciendo que estas las ayudaran a esparcir el polen.
Así pues, ambas familias desarrollaron un tipo de evolución paralela, ayudándose la una a la otra. Y así, a medida que las plantas con flor se esparcían por todo el mundo, las hormigas iban detrás suyo, colonizando todo el planeta y contribuïnt a crear ecosistemas nuevos que han perdurado hasta el día de hoy.