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Encuentran un nuevo mecanismo que regula el reloj biológico y la saciedad

Un equipo catalán ha descubierto un nuevo mecanismo que regula tanto el reloj biológico como la hormona que controla la sensación de saciedad. El equipo, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgilio (IIPSV) y vinculado al Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona, ha publicado un trabajo donde pone el foco en el papel del succinato, un metabolito, y su relación con la leptina, la hormona que controla la saciedad, en un adelanto científico que puede ser un punto de inflexión en el tratamiento de la obesidad y abre puertas a más investigaciones sobre las funciones del succinat y a explorar terapias para restaurar este mecanismo.

Un campo donde se hacían pocos adelantos desde los 90

El estudio, publicado a ‘Cell Metabolism’, ha permitido conocer el mecanismo con que las células de la grasa producen la leptina, la hormona de la sensación de saciedad. De hecho, los investigadores han identificado que este nuevo mecanismo regula el reloj biológico de las células de la grasa, imprescindible para que haga bien sus funciones. Un hecho muy importante porque, desde que la leptina fue descubierta en los años 90, no se habían hecho muchos mçes adelantos en este sentido.

Niños y adolescentes obesos | Wikimedia Commons
Niños y adolescentes obesos | Wikimedia Commons

Este nuevo estudio permite mejorar la comprensión de los procesos biológicos que controlan el peso corporal y, además, permiten pensar en nuevas maneras de abordar enfermedades metabólicas como la obesidad. Si todo funciona bien, cuando comemos la leptina en sangre aumenta, enviando la señal que estamos tips al seso. En el caso de las personas en obesidad, tienen este mecanismo alterado y, en este estudio, no solo se demuestra el mecanismo de producción de leptina por parte de los adipòsits sino también por qué la grasa de las personas con obesidad lo hace de manera excesiva.

Un adelanto muy importante

Los investigadores explican que el succinato, un metabólico energético que también actúa como hormona, tiene un papel muy importante en todos estos procesos. Si bien durante muchos años se le ha atribuido un papel principalmente inlamatorio, además de identificarlo como biomarcador de la disfunción metabólica en casos de obesidad y diabetes, parece que es un sistema complejo, porque los niveles de succinat también aumentan, a pesar de que transitoriamente, en algunas situaciones fisiológicas como por ejemplo cuando comemos.

Cedida
Cedida

Al parecer, el succinato regula de manera natural las funciones internas de nuestro organismo que controlan el equilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Por el que dice el estudio, uno de los mecanismos es a través de la producción de la leptina, si bien los autores apuntan que debe de tener otras funciones fisiológicas en otros tejidos. Además, el trabajo también demuestra que el succinato determina las oscilaciones de la leptina durante el día mediante el control del reloj biológico de los adipocitos. En personas en obesidad, este mecanismo está activado, cosa que puede explicar en parte los niveles elevados de leptina.

Por todo esto, los investigadores destacan que este adelanto será muy importante en el tratamiento de la obesidad y abre la puerta a nuevos estudios no solo sobre las otras funciones metabólicas del succinat sino también a explorar terapias para restaurar el mecanismo.

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