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Las lunas de los planetas sin estrella podrían ser aptas para la vida

Los ‘planetas errantes’, expulsados de sus sistemas y que vagan por el espacio sin orbitar ninguna estrella, podrían tener lunas aptas para el desarrollo de la vida. Según afirma un equipo de investigadores en un artículo publicado al ‘International Journal of Astrobiology’, las fuerzas gravitatorias entre planeta y satélite podrían calentarlas bastante como para mantener el agua en estado líquido, una condición considerada imprescindible para la existencia de organismos vivos.

Buscando lugares donde se pueda desarrollar la vida

Las condiciones para la vida pueden darse en muchos lugares del universo, el problema es encontrar los lugares donde se pueden mantener durando suficiente tiempo como porque se desarrolle, como por ejemplo centenares o miles de millones de años. Curiosamente, esto no solo pasa en planetas y lunas calentadas por estrellas próximas.

El 2021, un equipo de investigadores ya determinó que los planetas errantes, formados de gas y polvo y muchos de ellos expulsados de sistemas estelares, podían tener lunas, y estas no tenían por qué ser lugares fríos y compeletament desolados. A no ser que su órbita alrededor del planeta sea un círculo perfecto, las fuerzas gravitatorias lo deformarán, y esta fricción puede generar calor y calentar el planeta, como pasa a Enceladus o Europa a nuestro sistema solar. Si esta luna tiene una atmósfera que atrapa el calor, como por ejemplo una con mucho CO₂, puede mantener el agua en estado líquido y que se puedan producir las reacciones químicas que desembocan en la aparición de la vida.

La sonda DAVINCI dejará caer un módulo que estudiará la atmósfera y la superficie de Venus | NASA
Una presión atmosférica como la de Venus podría permitir a una luna ser habitable durante mucho de tiempo | NASA

Unas condiciones temporales

Esta situación, pero, no puede durar por siempre jamás, porque las mismas fuerzas que calientan la luna también hacen que su órbita se vaya volviendo más circular y que la escalfor de la fricción se reduzca. Sin embargo, en este estudio, los resultados de 8.000 simulaciones por ordenador muestra que hay la posibilidad que las condiciones se mantengan durante suficiente tiempo como para originar vida, un periodo de tiempo que, en la Tierra, fue de casi 1.000 millones de años.

Para retener el calor, además, hace falta una atmósfera, y es por eso que los investigadores tuvieron en cuenta tres escenarios diferentes. Con una presión atmosférica como la de la Tierra, el periodo de habitabilidad de una luna como las descritas seria de 50 millones de años. Si la presión fuera 10 golpes superior, pasaría a durar 300 millones de años y, si la presión fuera 100 veces superior, es decir, como la de Venus, la luna sería habitable durante unos 1.600 millones de años.

Así, si bien el calor y el agua podan no ser suficientes para la aparición de organismos vivos y que las lunas de los planetas errantes no sean lo mejor lugar donde buscarlos, queda claro que no es imposible encontrarlos. De hecho, podrían tener algunas ventajas respeto los planetas y lunas que orbitan estrellas: lejos de ellas, no pueden ser afectadas por las erupciones solares, que podan destruir completamente la atmósfera de lugares que, hasta un momento antes, eran perfectos para la vida.

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