El grupo de expertos de la NASA que se encarga de estudiar los ovnis, formado el año pasado, presentó este miércoles sus primeras conclusiones, como adelanto de un informe final que se espera que llegue este verano. Entre ellas, destacan que tanto los prejuicios existentes como la mala calidad de los datos son un reto en la hora de investigar estos avistaments inexplicados.
El origen extraterrestre no se ha descartado
Daniel Evans, miembro del Directorato de Misiones de Ciencia de la NASA, explicó que, hasta ahora, no se ha encontrado ninguna prueba convincente que los ovnis tengan relación con posibles inteligencias extraterrestres. A pesar de que esta posibilidad no se ha descartado, el grupo fue formado para prestar atención a una preocupación más general sobre la seguridad nacional de los Estados Unidos, que parte del simple hecho de no saber en todo momento que hay al cielo del país.
Una denominación más amplia y una preocupación creciente
También hay que tener en cuenta que los UAPs, como se los conoce oficialmente ahora, se ha ampliado, cubriendo no solo los fenómenos aéreos sino todas las observaciones anómalas que no se hayan podido identificar, ya sea a la atmósfera, bajo el mar o en las regiones exteriores de la Tierra, conocidas como ‘el espacio próximo’.
Todas estas observaciones han despertado muchísimo interés y todavía más teorías y especulaciones desde hace décadas y, durante los últimos años, las instituciones de los Estados Unidos intentado publicar el máximo de información disponible para acabar de resolver el que, muchas veces, se percibe como un misterio. El pasado mas de febrero, por ejemplo, la aparición de un globo espía chino causó mucho follón y fue un ejemplo del que, en otro momento, se habría considerado un OVNI.
Los prejuicios dificultan conseguir buena información
El director de la Oficina de Resolución de Anomalías del Departamento de Defensa, Sean Kirkpatrick, explicó que la mayoría de avistaments de Ovnis tienen explicaciones bastante aburridas y que, de hecho, desde 1996 solo entre un 2% y un 5% de los más de 800 informes sobre objetos extraños han sido clasificados como realmente «anómalos» y que tenían que ser investigados en más profundidad. Sin embargo, él mismo también va addmetre que, sin datos suficientes, es difícil llegar a conclusiones que cumplan «los estándares científicos más elevados».
Por otro lado, el jefe del grupo, David Spergel, también apuntó a la opinión pública como un factor importante en la hora de estudiar los Ovnis, puesto que hay personas «completamente convencidas» que existen y otros que creen que es un asunto «ridículo». Los científicos, que miran de ni tener prejuicios y estudiar las cosas partiendo de la certeza de la ignorancia, tienen problemas para trabajar, especialmente porque la observación y la investigación de Ovnis lleva un estigma enorme asociado.
De hecho, muchos pilotos no informan del que ven por miedo a la reacción del entorno, e incluso los miembros de este grupo de la NASA que investiga los Ovnis han estado asediados en las redes sociales. Todo ello, pues, dificulta la investigación, la aportación de más datos y, en definitiva, llegar a conclusiones claras sobre la materia. Al fin y al cabo, tener sobre la mesa toda la información posible es clave para una investigación de este tipo, y los prejuicios son un factor en contra de esto.
