El Telescopio Espacial Hubble observó por casualidad un hecho que no habíamos visto nunca hasta ahora al universo: un agujero negro supermassiu vagando por el espacio y dejando detrás suyo un rastro de estrellas acabadas de nacer. Al parecer, fue expulsado por el choque entre tres galaxias y, tal como explica un equipo de astrónomos a ‘The Astrophysical Journal Letters’, el agujero, de una masa equivalente a 20 millones de solo, se desplaza a una velocidad estremecedora y tiene una ‘cola’ de 200.000 años-luz de longitud.
A medida que avanza, choca con gas y polvo, pero va demasiado rápido para devorarlos y, en vez de esto, está fomentando la creación de nuevas estrellas detrás suyo. Tantas, que la ‘cola’ del agujero negro es casi la mitad de brillante que la galaxia de donde proviene, que es al final. Un fenómeno cósmico que no se había observado hasta ahora y que ha despertado muchísimas preguntas entre los científicos.
Un descubrimiento casual
Los astrónomos estaban examinando imágenes del Telescopio Espacial Hubble buscando clústeres de estrellas en una galaxia enana relativamente próxima. Así fue como vieron una pequeña línea que, a primer vistazo, pareció un efecto óptico causado por los rayos cósmicos. Al eliminarlos, pero, la línea continuaba siendo allá, y los investigadores no tenían ni idea de qué podía ser. Para averiguarlo, examinaron aquella región del cosmos con un espectroscopio y se dieron cuenta que era una ‘hilera’ de estrellas y que, a su delante, había un agujero negro.
Un acontecimiento muy violento
Según han podido determinar, este fenómeno es fruto de varias colisiones entre agujeros negros supermassius. Las dos primeras galaxias se van fusionar hace unos 50 millones de años, haciendo que los agujeros negros de su centro empezaran a girar el uno alrededor del otro, como uno sistema binario. Cuando una tercera galaxia chocó con las dos anteriores, la combinación de tres agujeros negros desestabilizó el sistema y uno de ellos, por un lado; y el otro, por la otra, salieron disparados en direcciones opuestas. Es por eso que en el centro de la galaxia no hay ningún agujero negro y que, en cambio, al otro lado de la galaxia se ha observado el que podría ser un agujero negro binario desplazándose.
Ahora, los investigadores esperan poder usar observatorios más nuevos y potentes no solo para examinar mejor este fenómeno sino, incluso, con la esperanza de descubrir otros de semblantes.
