Un equipo de astrónomos ha detectado uno de los agujeros negros más grandes que se han visto nunca gracias al uso de una nueva técnica. Según explican en un artículo publicado por la Royal Astronomical Society, tiene una masa unos 30.000 millones de veces superior a la del Sol, una magnitud que se ha visto muy pocas veces hasta ahora. La nueva técnica, además, abre la posibilidad de detectar muchos más de estos cuerpos fascinantes.
Las lentes gravitacionales
El agujero negro ha sido descubierto gracias al uso de las llamadas lentes gravitacionales, es decir, usar una galaxia próxima como si fuera una lupa que cambia la luz de objetos más lejanos. Gracias a esto, pudieron examinar el efecto que tiene en la luz uno agujero negro que es a centenares de millones de años-luz de distancia de nosotros. Con esto, junto con imágenes del Telescopio Espacial Hubble y el uso de simulaciones con superordinadors, se ha conseguido confirmar la enorme medida de este objeto.
A pesar de que la técnica de la lente gravitacional se había usado en otros casos, es la primera vez que se emplea para detectar un agujero negro. Este, además, es uno de los más grandes que se han visto nunca y, de hecho, se encuentra al límite superior de la medida que, según nuestra comprensión actual de estos cuerpos, pueden llegar a ser. Es, pues, un descubrimiento que puede abrir todavía más la investigación para acabar de entender su naturaleza.
Una herramienta para estudiar agujeros negros inactivos muy lejanos
Esta técnica, además, tiene la ventaja que permite estudiar agujeros negros inactivos lejanos. Hasta ahora, los únicos que se podían observar eran los activos, que se calientan y liberan energía en forma de luz, rayos X y otras formas de radiación. Ahora, pues, tenemos a nuestro alcance una nueva herramienta para detectar agujeros negros muy lejanos que están inactivos y que tienen, como este una medida enorme. Gracias a esto, se podría investigar cómo es que han logrado estas proporciones.
Los agujeros negros ultramassius, de hecho, son los objetos más pesados de todo el universo y se encuentran muy pocos. Según las teorías actuales, se debían de formar durante la fusión de galaxias hace miles de millones de años. Cuando pasa esto, los agujeros negros pueden absorber muchas estrellas, cosa que explicaría por qué llegan a unas masas tan increíbles.
