Un gran grupo de expertos en inteligencia artificial (IA) de todo el mundo han publicado un manifiesto donde alertan que esta tecnología puede llegar a llevar la humanidad a la extinción. Firmado por muchísimas personalidades del sector, incluidos los directores de OpenAI (ChatGPT) y Google Deepmind, el documento afirma que reducir el riesgo que supone tendría que ser «una prioridad global» tan importante como las medidas que se toman para evitar pandemias o guerras nucleares.
Entre los firmantes también hay el doctor Geoffrey Hinton, el profesor Yoshua Bengio, considerados los padres de la inteligencia artificial por sus trabajos y adelantos en este campo y que, incluso, recibieron el premio Turing en 2018 reconociendo su contribución a la informática. El tercer ganador de este galardón tan prestigioso, pero, el profesor Yann LeCunn, no lo ha hecho, considerando que las afirmaciones del manifiesto son excesivamente alarmistas.
Una nueva voz de alarma
El cierto, pero, es que no es la primera vez que se advierte de los peligros que la inteligencia artificial puede suponer para la humanidad, si bien la opinión está dividida entre quienes consideran que es así y los que, en oposición, piensan que los escenarios apocalípticos sobre el futuro de la IA no son realistas y que no solo no tienen la capacidad de hacer reales estos miedos sino que, además, declaraciones como estas, que consideran alarmistas, desvían la atención de los problemas reales de esta tecnología, como por ejemplo los sesgos que habría que corregir y que pueden suponer agravios reales.
Sea como fuere, este es el enésimo grito de alerta de personalidades y expertos sobre el posible futuro de la IA, incluyendo el que, el pasado mas de marzo, reunió personalidades como Elon Musk en una petición porque se parara durante un tiempo el desarrollo de esta tecnología para impedir que acontezcan más numerosas y más inteligentes que los humanos y nos sustituyan.
En este caso, el manifiesto compara el riesgo de las IA con la que supuso la guerra nuclear, en la línea de OpenAI que, recientemente, propuso que este tipo de inteligencias fueran regulados de una manera parecida, con una organización equivalente a la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
