Las temperaturas de los océanos del mundo llegaron a niveles sin precedentes a lo largo de la semana pasada, batiendo el récord de 2016 y sin que nada haga pensar que, próximamente, se tengan que enfriar. Según el Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea, la media en superficie a finales del mes de julio fue de 20,96 °C, superando el que hasta ahora era el récord de la temperatura más elevada, como mínimo, desde que se empezaron a recoger datos el 1979.
Lo Niño continuará haciendo subir las temperaturas
Este récord, además, podría durar muy poco, porque la llegada de Lo Niño, una fluctuación climática natural que se origina en el océano Pacífico y que se añade a los efectos del cambio climático, hará que todo el planeta continúe calentándose encara algo más. La combinación de todo, afirman los científicos, puede ser muy peligrosa para el futuro de los ecosistemas marinos, que ha ya estando sufriendo bastante como porque ahora, irónicamente, sea un fenómeno natural el que los lleve a una situación de incertidumbre absoluta.

Durante el último año, de hecho, las temperaturas han subido tanto como en los últimos 15 años, según afirmó Gregory C. Johnson, oceanógrafo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, a la cadena norteamericana CNN, y todavía lo pueden hacer más porque el verano al hemisferio Norte todavía no se ha acabado.
Un fenómeno que afecta todos los sistemas de la Tierra
Así pues, el calentamiento de los océanos se suma a la lista de fenomenos asociados al cambio climático en que se han batido récords y que pueden tener efectos muy graves para todos los organismos de la Tierra, puesto que al fin y al cabo la interconexión entre los sistemas climáticos y biológicos de la Tierra es suficiente conocida. De entrada, unas aguas más cálidas son menos efectivas en la hora de absorber el CO₂ de la atmósfera, cosa que hace que se quede al aire, contribuyendo al calentamiento global y creando un bucle que solo podemos mirar de para reduciendo drásticamente las emisiones y esperando no haber hecho tarde.