Las orcas del océano Atlántico, que durante los últimos meses han acontecido célebres por los suyos ataques a barcos, especialmente a las costas del estado español, podrían estar enseñándose esta práctica, como un tipo de juego entre estos mamíferos marinos. Según van explicar desde Conservación, Información e investigación sobre los Cetáceos (CIRCE) a la cadena británica BBC, una o dos orcas van empezar a atacar embarcaciones pequeñas en 2020 y, ahora, como mínimo 20 orcas jóvenes también han aprendido a hacerlo copiando el comportamiento de las más grandes.
Un juego centrado en el timón
A pesar de que estos ataques han acontecido un meme como ‘venganza de la natura’ o ‘orcas enloqueciendo por el cambio climático’, el hecho es que para ellas no es nada más que un juego centrado en el timón de las naves. De hecho, es habitual que, en estos ‘ataques‘, un grupo de orcas vaya rodeando y dando golpes a un barco hasta que, finalmente, consiguen romperlo, cosa que parece que es el objetivo del juego pero que, además, deja las naves a la deriva.
Es muy sabido que las orcas son animales extremadamente sociales, y se ha visto grupos jugar con algas, equpament de pesca o incluso, al Pacífico, se vieron que durante un tiempo jugaban a llevar salmones muertos en el jefe. En este caso, usar los timones de los barcos como juguete podría ser un comportamiento pareciendo que, cuando menos de momento, se ha restringido en la población de las costas atlánticas de la península Ibérica, si bien las orcas jóvenes están aprendiendo de las grandes.
El gobierno español ayuda los pescadores a evitarlas
Hay, pero, una diferencia: según parece, los ejemplares más jóvenes no solo juegan con el timón sino que se acercan, se alejan y exploran todo el barco. Un comportamiento diferente que podría querer decir, simplemente, que el juego está evolucionando, si bien no sabemos jefe dónde. Por todo ello, el gobierno español está usando los datos de CIRCE para controlar el posicionamiento de las menos de 60 orcas que forman esta población en peligro crítico de extinción e informar los navegantes y marineros de donde se encuentran para que miren de evitarlas, especialmente los pescadores de atún de las costas del estado español, Portugal y el estrecho de Gibraltar.
