El Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, con la colaboración del Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña (CRARC) y el Centro de Reproducción de Tortugas (CRT) de l’Albera, ha informado que durante este 2024 se han liberado 2.830 tortugas mediterráneas; una especie que está protegida y catalogada como especie en peligro de extinción. Esta liberación de animales al medio está enmarcada en el programa de reintroducción de la tortuga marina y se están liberando en espacios naturales de Cataluña como son el Parque Natural de los Puertos, el del Cap de Creus, el de la Sierra de Montsant o el Espacio de Interés Natural (EIN) de Gaià.
El objetivo de estas liberaciones es que se refuercen las nuevas poblaciones de esta especie que se han creado recientemente. Además, también se quiere reforzar la población de tortugas marinas situadas en la sierra de l’Albera, donde hay la única población autóctona de la especie.
Es importante destacar que durante muchos años las tortugas marinas se comercializaban en las tiendas de animales catalogándolas como animal doméstico, un hecho que se acabó en los años 80, cuando ya no se comercializaron más ejemplares. Este es uno de los factores, junto con su longevidad (una vida de entre 70 y 80 años) que hace que muchas de las tortugas liberadas provengan de particulares que aún las tenían en casa sin saber que su tenencia es ilegal.

¿Dónde se han liberado más?
En las últimas semanas se han liberado una gran cantidad de ejemplares. Estas liberaciones se han producido en el Espacio de Interés Natural (EIN) de Gaià, donde se han devuelto al medio 1.086 ejemplares, en el Parque Natural de los Puertos (324 ejemplares), en el valle de Bovera (34 ejemplares) y en el Parque Natural de la Sierra del Montsant (211 ejemplares). Por otro lado, está previsto que pronto se liberen 269 ejemplares en la zona del Cap de Creus y en l’Albera.
Desde la Generalitat piden que no se capturen ejemplares en la naturaleza pensando que puede ser una mascota y recalcan que es una especie protegida, por lo que recuerdan que si encuentran algún ejemplar no lo deben tocar y se debe avisar a los Agentes Rurales o los gestores de los espacios. En caso de tener una en casa, piden que las entreguen a los centros de recuperación.

