Hace años que la Tierra tiene una nueva isla. La llaman Sopa de plástico del Pacífico (North Pacific Garbage Patch o Great Pacific Garbage Patch) y se está haciendo cada vez más grande. Los residuos plásticos descompuestos, rechazados en todo el mundo hace décadas, se están acumulando en esta zona, al norte del océano, a la altura de las costas de California. Las corrientes marítimas hacen que los desechos de plástico de varios países de Asia y América se concentren en esta área, descrita por primera vez en 1988 y que varios estudios han ido documentando más ampliamente en las últimas décadas. Ahora, un estudio publicado esta semana en Environmental Research Letters señala que los fragmentos de plástico de un centímetro están aumentando mucho más rápido que los más grandes, un hecho que pone en serio riesgo el ecosistema local y puede afectar, potencialmente, el ciclo global de carbono.
La investigación ha analizado los estudios de la NPGP (North Pacific Garbage Patch) entre el 2015 y el 2022 realizados por la ONG The Ocean Cleanup y muestra que se ha producido un aumento de la concentración masiva de plásticos nuevos en la región. La primera hipótesis propuesta por los investigadores señala que los fragmentos de plástico que se están acumulando provienen de la descomposición de plásticos de otras zonas del mundo y se están acumulando en esta región.

Los datos de la investigación
El estudio muestra que los fragmentos de plástico aumentaron de 2,9 kg por km² a 14,2 kg por km² en 7 años, además, entre el 74% y el 96% de este aumento podría provenir de residuos generados en fuentes extranjeras. Los microplásticos, aquellos que miden entre 0,5 mm y 5 mm, aumentaron de 960.000 a 1.500.000 elementos, los mesoplásticos (5 mm-50 mm) aumentaron de 34.000 a 235.000 elementos y los macroplásticos (50 mm-500 mm) aumentaron de 800 a 1.800 elementos por km².
De hecho, los investigadores señalan que el volumen de plásticos en la región supera al de los organismos vivos, por lo que consideran que el ecosistema está amenazado por la ingestión o el enredo de la vida marina y también el ciclo del carbono por el pastoreo del zooplancton afectado por la presencia de microplásticos flotantes. El autor principal del artículo, Laurent Lebreton, destaca que «el aumento exponencial de los fragmentos de plástico observado en nuestros estudios de campo es una consecuencia directa de décadas de gestión inadecuada de los residuos plásticos, lo que lleva a la acumulación incesante de plásticos en el entorno marino. Esta contaminación está causando daños a la vida marina, con impactos que apenas estamos comenzando a comprender por completo». «Es esencial una intervención global decisiva y unificada», sentencia Lebreton.


