Un equipo internacional de investigadores afirma que la taurina, un ingrediente presente a muchas bebidas energéticas, ayuda a frenar el envejecimiento. Esto, cuando menos, es el que ha conseguido en unos experimentos hechos en animales, los resultados de los cuales han sido publicados en la revista ‘Science’ y que apuntan que la taurina podría tener efectos positivos en la salud, ayudando a tener vidas más largas y sanas.
Un aminocàcid importante en el envejecimiento
La taurina es un aminoácido presente a la carne y lo marisco y que, según la publicidad de las bebidas energéticas, mejora la función cerebral. A pesar de que esto no ha sido demostrado nunca, el que sí que se sabe es que tiene un papel importante en el envejecimiento y, gracias a este nuevo trabajo, se ha podido entender mucho mejor como funciona.
Si hasta ahora se sabía que unos niveles bajos de taurina pueden acelerar el envejecimiento en muchas especies de animales, ahora se ha visto que aumentarlos puede retardarlo, en unos resultados que, probablemente, también se repetirían en humanos puesto que tanto en los ratones como en los monos y también en las personas, los niveles de taurina se reducen enormemente con la edad, llegando a caer hasta un 80%.

Resultados claros en los experimentos en animales
A los experimentos, se dieron suplementos de taurina a ratones y monos de mediana edad y se observó como esto se traducía en menos aumento de peso, más densidad ósea, más resistencia y bastante muscular, menos resistencia a la insulina, un sistema inmunológico más activo y una vida un 10% más larga, especialmente en los roedores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la taurina no revierte el envejecimiento sino que actúa como un freno, retardándolos.
Los humanos casi seguro que también nos podríamos beneficiar
En cuanto a los humanos, a quienes seguramente se podrían aplicar estos resultados, se sabe que las personas con niveles de taurina están más sanas y que, si bien el cuerpo humano produce pequeñas cantidades, la mayoría se obtiene a través de la comida como por ejemplo la carne oscura del pollo y el gallo de indio o el marisco. Además, hacer ejercicio parece que aumenta los niveles de taurina.
Así pues, el próximo paso tendría que ser empezar a hacer ensayos clínicos en humanos para ver si recibir suplementos de taurina también aporta unos beneficios parecidos para la salud. De hecho, el equivalente en personas a los suplementos de taurina que se dieron a los ratones y a los monos del estudio es seguro, de forma que no habría de haber muchos inconvenientes para poner en marcha este experimento.