Un equipo de investigadores de la Fundación Oswaldo Cruz, en el Brasil, han conseguido reprogramar células para que combatan el cáncer de mama. Tal y como explican en un artículo publicado al ‘International Journal of Pharmaceutics’, sus experimentos han conseguido reducir la masa de los tumores en fines un 50% gracias a una alteración en el perfil de los macrófagos, una de las células de las defensas del cuerpo, empleando nanopartículas de óxido de hierro.
Una influencia directa en cómo avanza el cáncer
Los científicos explican que aproximadamente la manera como actúan los macrófagos ante los tumores tiene una incidencia directa en el pronóstico del cáncer. Hay dos tipos del macrófagos: los M2, que tienen características antiinflamatorias y que en general se relacionan con una mayor permisividad a los tumores, y los M1, que son proinlamatorios y que resultan más efectivos en la hora de limitar la progresión de los cánceres.
Así pues, la idea era reprogramar los macrófagos M2 de los tumores porque se convirtieran en M1 y pararan el crecimiento de los tumores. Lo han conseguido gracias a ues nanopartículas de óxido de hierro que son baratas, se producen rápidamente y son biocompatibles. Los experimentos, tanto en cultivos en el laboratorio como en ratones, han dado resultados muy positivos que abren la puerta a tener una nueva estrategia para combatir el cáncer de mama.
Una herramienta que podría extenderse de aquí unos años
A pesar de que este estudio se considera solo un punto de partida y hacen falta más investigaciones para ver si este tratamiento es tan seguro como eficiente, supone una nueva esperanza en la lucha contra esta forma de cáncer. Quién sabe si, de aquí unos cuántos años, esta técnica se habrá continuado desarrollando hasta acontecer un tratamiento extendido que convierta los tumores de mama en un problema de salud quizás igual de grave pero no tan preocupando como por ejemplo, disponiendo de una herramienta tan prometedora como esta.
