Todos los pájaros que conocemos son dinosaurios vivientes. Cuando los reptiles gigantes se extinguieron después del impacto de un asteroide hace 66 millones de años, este grupo fue el único que sobrevivió, pero no todas las aves ancestrales lo hicieron. Cuál es la razón que algunas perduraran, pues? Esto es el que mira de explicar un equipo de investigadores que, en u artículo publicado en ‘Communications Biology’, afirma que ha encontrado una posible respuesta en unas plumas fosilizadas de hace 99 millones de años, y el secreto podría ser a la manera como las mudan.
Las plumas, un elemento clave
Las plumas son un elemento común de las aves. Están hechas de una proteína llamada queratina, como nuestras uñas y cabellos, pero son estructuras muy complejas que no se pueden reparar de forma que, para que continúen haciendo su servicio, las mudan durante toda su vida. Los investigadores querían saber como evolucionó este rasgo, como de diferente era entre los primeros pájaros primitivos y si esto tuvo algún efecto en su supervivencia.
Un elemento importante de esto es como nacen los pollitos. A día de hoy, hay que nacen sin plumas porque los padres los puedan transmitir calor más fácilmente, mientras que otros ya las tienen de buen principio para asegurar que sean autosuficientes más rápidamente. En todos los casos a medida que crecen, van mudando de plumas, un proceso que requiere mucha energía y que los deja débiles. Es por eso que los que nacen sin plumas lo hacen más rápidamente, contando con la ayuda de los padres, y los que nacen con ellas lo hacen progresivamente.
Dos grandes maneras de mudar el plumaje… y una tercera desaparecida
Las plumas fosilizadas analizadas, precisamente, son la primera prueba de muda juvenil en pájaros tan antiguos y revelan un proceso mucho diferente al de las aves de ahora, una combinación de características de los dos grandes tipos de aves en qué todas las plumas crecen casi a la vez. Este pájaro, pero, era de una familia conocida para ser de los pájaros que ya nacen con plumas, de forma que la presión a qué debían de estar sometidos podría haber contribuido a su desaparición, especialmente con la caída de las temperaturas cuando el polvo del meteorito ocultó el sol en todo el mundo.
Las aves adultas de hoy mudan de plumas una vez al año en un proceso secuencial que dura varias semanas. Durante todo este tiempo pueden volar, cosa que no pasa con los que mudan todas las plumas de golpe, que son mucho menos habituales. La mayoría del que lo hacen, además, son pájaros acuáticos, que prácticamente no tienen que volar ni para encontrar comer ni para huir de los depreadors.
La comparación de la manera como mudan las plumas las aves modernas y como lo hacían las que convivían con el resto de dinosaurios, y también con aquellos dinosaurios que tenían plumas, muestran grandes diferencias que podrían haber llevado muchos de ellos a la extinción. Quienes encontraron la manera menos ‘peligrosa’ de hacerlo, en cambio, sobrevivieron a la extinción masiva de hace 66 millones de años, originando las aves que conocemos a día de hoy.
