Los vikingos se han ganado la fama de ser una sociedad implacable en sus conquistas, saqueos y ferocidad en el campo de batalla. Ahora, una nueva investigación dirigida por la doctora Jane Kershaw, profesora asociada de Arqueología de la Universidad de Oxford, señala que los vikingos eran mucho más que simples saqueadores y guerreros formidables, sino que también eran grandes comerciantes. La investigación ha profundizado en el alcance internacional que tenían las redes comerciales vikingas, que abarcaban casi toda Europa y llegaban hasta Europa, el Medio Oriente y Asia central.
La investigación se ha basado en un gran tesoro de plata encontrado en North Yorkshire (29 lingotes de plata y varios collares elaborados del siglo IX o principios del X) y ha podido revelar que esta plata obtenida no provenía solo de las diversas incursiones realizadas, sino que procedía de las redes comerciales de larga distancia que los vikingos habían extendido a lo largo de los territorios musulmanes. Los investigadores utilizaron análisis geoquímicos para rastrear el origen de los lingotes de plata y las piezas de joyería y muestran que, si bien gran parte provenía de Europa occidental (fuera plata anglosajona o carolingia), otra gran parte de las monedas encontradas eran monedas de plata islámicas o dírhams, unos tesoros que se habrían obtenido a través de las rutas comerciales escandinavas como Austrvegr.
La doctora Jane Kershaw, profesora asociada de Arqueología de la Universidad de Oxford y quien dirigió la investigación, señala que «la mayoría de nosotros tendemos a pensar en los vikingos principalmente como saqueadores que saqueaban monasterios y otros lugares ricos en busca de riqueza. Lo que demuestra el análisis del tesoro de Bedale es que esto es solo una parte del panorama». Kershaw añade que «los vikingos saquearon y robaron, y parte de esa riqueza se conserva en los anillos y lingotes del tesoro. Pero también obtuvieron grandes beneficios de las rutas comerciales de larga distancia que conectaban el norte de Europa con el Califato Islámico. Ahora podemos ver que llevaron consigo grandes cantidades de esta plata islámica cuando establecieron asentamientos en Inglaterra.»

Comercio con el Califato Islámico
El análisis de los isótopos de plomo y oligoelementos permitió identificar tres fuentes principales de plata: monedas de Europa occidental, dírhams islámicos y fuentes mixtas que reflejan una mezcla de ambas. De hecho, nueve de los lingotes analizados coinciden geoquímicamente con plata acuñada durante los reinados del Califato Islámico en las regiones que actualmente son Irán e Irak.
