De entre las alternativas que se están estudiando a la alimentación basada en la carne, desde el punto de vista estricto de la sostenibilidad ambiental, las algas podrían ser una alternativa sorprendentemente nutritiva. En un nuevo estudio publicado en ‘The Journal of Nutrition’, un equipo de investigadores de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, han examinado los efectos en los músculos de esta gran fuente de proteínas, con resultados muy positivos en cuanto al mantenimiento y al crecimiento de la masa muscular.
Estudiando a fondo las alternativas en la carne
El trabajo demuestra que las algas podrían convertirse de manera segura en un elemento importante de una dieta sostenible. Con cada vez más gente mirando de reducir el consumo de carne por razones políticas o bien por razones ambientales objetivas, la obtención de proteínas de fuentes sostenibles y no-animales es cada vez más importante, y es por eso que las alternativas tienen que ser estudiadas con detalle para conocer los posibles ventajas y inconvenientes.
El papel de las proteínas en el mantenimiento y crecimiento de los músculos
Los alimento ricos en proteínas y aminoácidos esenciales tienen la capacidad de estimular la síntesis de proteínas de los músculos, cosa que puede ser mesurada en el laboratorio determinando la incorporación de aminoácidos a las proteínas de los tejidos musculares y el ritmo a que lo hacen. Es muy conocido que las fuentes animales de proteínas estimulan mucho la síntesis de proteínas musculares durante el descanso y después del ejercicio físico, y en este estudio se ha querido comprobar si las algas podían ser una alternativa con unos resultados similares.

Dos algas muy comercializadas
En este trabajo, los investigadores se fijaron en la clorella y la espirulina, las dos algas más comercializadas, que se cultivan en condiciones controladas para que contengan niveles elevados de micronutrientes y sean ricas en proteínas. A pesar de conocer el contenido nutricional, hasta ahora no se sabía qué era su capacidad de estimular la síntesis de proteína muscular en los humanos, y es por eso que se llevó a cabo un experimento en humanos.
Después de un ejercicio de resistencia con una sola pierna, los participantes ingirieron una bebida con 25 gramos de proteínas provenientes de hongos, espirulina o clorella. a los participantes se los extrajeron muestras de sangre y de músculo en condiciones normales y después de la ingesta y del ejercicio, para controlar las concentraciones de aminoácidos a la sangre y la síntesis de proteínas musculares.

Resultados prometedores
Los resultados apuntan que la ingestión de proteínas de cualquier tipo aumenta las concentraciones de aminoácidos a la sangre pero de una manera más rápida y con un pico más elevado en el caso de la espirulina en comparación con las otras dos fuentes de proteínas. En todos los casos, además, se va augumentar la síntesis de proteína muscular tanto en los tejidos descansados como en los que habían hecho ejercicio, pero a un ritmo superior en estos últimos.
Este estudio es lo primero de este tipo que demuestra que la ingestión de espirulina o clorella estimula de manera robusta la síntesis de proteínas musculares de una manera parecida a la otros proteínas no-animales de alta calidad, como es el caso de las micoproteinas. A partir de este descubrimiento, se podrá estudiar mejor qué papel pueden jugar las algas en la alimentación del futuro y qué es la mejor manera de usarlas para reducir el consumo de carne y, por lo tanto, la huella de carbono asociada.