Un equipo de investigadores del Grupo Arqueológico y Paleontológico de Livorno, en el norte de Italia, ha anunciado que ha descubierto un tesoro de hace más de 2.000 años en un bosque próximo a esta localidad de la Toscana. El hallazgo, que incluye casi 200 monedas de plata de época romana, un año y medio de sueldo de un legionario, fue hecha el noviembre de 2021 y, desde entonces, los investigadores han mirado de sacar el intríngulis de este descubrimiento tan sorprendente.
Unas monedas prácticamente intactas
Todo va empezar con un miembro del Grupo avisando que había visto unas monedas brillando en tierra en medio del bosque. Al inspeccionar y excavar el lugar indicado, se encontraron, entre otros, 175 denarios de plata en un estado de preservación excelente. De hecho, excepto dos monedas, las otras se consideran prácticamente intactas, cosa que hace de este hallazgo una de las pocas que se han hecho en el mundo en que las monedas se pueden ver tal como eran cuando se usaban habitualmente.
Los ahorros de toda la vida de un soldado
Hacía falta, pero, mirar de responder las preguntas que se hacen siempre cuando aparece un tesoro de este tipo: de quién era, de quien lo estaba escondiendo y, está claro, por qué nunca volvió a recuperarlo. Después de más de un año de trabajos, los investigadores creen que pueden responder parcialmente estas preguntas. El tesoro, muy probablemente, eran los ahorros de toda la vida de un soldado, que quería usarlos por construir una granja. Desgraciadamente, pero, debía de morir antes de poder hacerlo, y su dinero quedaron enterrados y olvidados durante más de 2.000 años.
Si bien es imposible saber quién era el propietario de las monedas, el más probable es que fueran de un antiguo soldado que sirvió tanto durante la Guerra Social (91-88 a.C.) como durante la primera guerra civil romana, que enfrentó Luci Corneli Sul·la con Gay Mari y Luci Corneli Cinna entre los años 83 y 82 a.C. Es por eso que el dinero, que eran dentro de un bote de barro, eran de entre los años 157 a.C. y 82 a.C. indicando que, probablemente, el soldado debía morir en aquel momento, durando o justo después de acabarse la guerra civil, antes no pudiera disfrutar del dinero que había ahorrado durante años y años de combates.
