MonPlaneta
Hay que cuidar de los bosques por los incendios pero también por el calor y la sequía

Los bosques catalanes no solo se tienen que cuidar por protegerlos de los incendios, como preocupa a la sociedad y a las políticas ambientales, sino también para salvarlos del calor y la sequía. De hecho, mientras la superficie quemada se mantiene estable, la mortalidad forestal y la pérdida de hojas va en aumento, con más de 30.000 hectáreas afectadas el 2022. Así lo hicieron saber los expertos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, Mireia Banqué y Paco Lloret, en una comparecencia en el Parlamento de Cataluña ante la Comisión de Prevención y Gestión de los Incendios Forestales.

Banqué y Lloret presentaron datos de los últimos informes de DeBoscat, la red de monitorización del Decaimiento de los Bosques de Cataluña, impulsada por el Departamento de Acción Climática y coordinada por el CREAF con la colaboración de los Agentes Rurales. Paco Lloret, investigador y profesor de la UAB, se mostró igual de contundente que Mireia Banqué, afirmando que hay que gestionar unos bosques mayoritariamente jóvenes y con una vegetación demasiado continua, fruto de la repoblación de zonas de cultivos y ganaderas abandonadas o quemaduras hace décadas.

Bosque Gavarres | ACN
Bosque a las Gavarres | ACN

El paisaje en mosaico no es la solución

Esto comporta problemas porque aumenta el riesgo de muerte por sequía por el alta competencia y porque la masa forestal seca y continua implica más combustible para los incendios. Para prevenirlo, se acostumbra a decir que hace falta un país ‘en mosaico’ como el que teníamos hace medio siglo, con bosque, pastos, zonas agrícolas, campos abiertos… Lloret, pero, apunta que vivimos en un contexto climático, de aprovechamiento de los bosques y socioeconómico diferente y que, en 30-40, la superficie y densidad de los bosques de Cataluña era mínima.

«La clave no es tanto volver al pasado sino identificar los procesos que hacen más resilientes los bosques», apuntó Lloret. El fuego, continuó, forma parte del ecosistema mediterráneo y no lo podemos eliminar, pero podemos reducir el impacto y el riesgo que se descontrole. Desde el CREAF se hizo énfasis en la atención a la diversidad del paisaje. No todos los bosques son iguales y hay que tenerlo mucho en cuenta en la hora de planificar la gestión forestal. Por su parte, Banqué añadió que la situación socioeconómica es diferente a cada lugar y que, por lo tanto, hay que ordenar y diseñar la gestión forestal de manera global.

Las llamas del incendio de Torrents | ACN
Los incendios son solo uno de los problemas a que se enfrentan los bosco | ACN

Promover un uso responsable de los bosques y que acontezcan maduros

También hay que tener en cuenta qué necesitamos de cada bosque y evitar la sobreexplotación intensiva. «Si extraemos toda la madera de un bosque o lo llenamos de turistas, supone un agotamiento y un desequilibrio del ecosistema», apuntó Lloret. Además de sacar madera, leña, corcho o setas, también usamos los bosques a nivel social y ecológico, pero es difícil que nos pueda dar el mismo nivel de todos a la vez y la gestión forestal lo tiene que contemplar. «Los bosques no son una fuente de bienes de consumo, no tenemos que buscar solo la productividad el bosque, necesitamos bosques equilibrados capaces de ser multifuncionales, que puedan ofrecer varios servicios a la vez porque los conservamos de forma balanceada», apuntó Banqué.

Una buena manera de hacer más resilientes los bosques es potenciar la biodiversidad, porque esto hace más probable que sobrevivan a unas condiciones cambiantes. Un ecosistema modelo en este sentido son los bosques maduros, y precisamente en Cataluña la mayoría son jóvenes y a la vez poco productivos. Favorecer la madurez, pero, puede hacer aumentar la biodiversidad y la resiliencia en una situación como el actual.forestales.

Més notícies
El pantà de la Baells (Berguedà) el 2022, un exemple dels efectes de la manca de pluges | Aigües de Barcelona
La cuenca mediterránea tiene algunos de los bosques más amenazados por la sequía
Un equipo internacional liderado por el CREAF y con participación de la UAB crea un nuevo método de evaluación del riesgo
El pantà de la Baells (Berguedà) el 2022, un exemple dels efectes de la manca de pluges | Aigües de Barcelona
La cuenca mediterránea tiene algunos de los bosques más amenazados por la sequía
Un equipo internacional liderado por el CREAF y con participación de la UAB crea un nuevo método de evaluación del riesgo
El pantà de la Baells (Berguedà) el 2022, un exemple dels efectes de la manca de pluges | Aigües de Barcelona
La cuenca mediterránea tiene algunos de los bosques más amenazados por la sequía
Un equipo internacional liderado por el CREAF y con participación de la UAB crea un nuevo método de evaluación del riesgo
Afectació de planifolis per sequera a l’Alt Empordà | CREAF
El CREAF avisa que la sequía puede llevar los bosques a un «escenario desconocido»
La institución analiza los efectos de la carencia persistente de lluvias a las masas forestales mediterráneas

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa