Una nueva investigación arqueológica realizada en el yacimiento de la Bòbila Madurell, en Sant Quirze del Vallès (Barcelona) llevada a cabo por investigadores del Seminario de Estudios y Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Barcelona (UB) ha podido identificar en Cataluña el objeto fabricado en marfil de hipopótamo más antiguo de la península Ibérica. El descubrimiento, que ha sido publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science: Reports data el hallazgo en el segundo cuarto del tercer milenio aC, durante la edad del cobre, y los investigadores destacan que el hallazgo tiene un gran valor, ya que durante esa época no se encontraba marfil de hipopótamo en el Mediterráneo occidental y enfatizan el hecho de que «la pieza abre nuevas perspectivas de estudio sobre redes de intercambio de larga distancia con la ribera oriental del Mediterráneo».
«El hallazgo abre la puerta a considerar posibles redes de intercambio a larga distancia y a considerar el papel de esta y otras materias exóticas en la creciente complejidad social de la península Ibérica durante el calcolítico, también llamado edad de cobre. Estos contactos ya se han demostrado con la llegada y explotación de marfil de elefante africano y asiático en la zona meridional de la península Ibérica siguiendo la vía norteafricana. El marfil de hipopótamo, sin embargo, es más infrecuente y a menudo se data en etapas posteriores», destacan los investigadores.
Un hallazgo de 1977
El objeto estudiado por parte de los investigadores no es nuevo, sino que se encontró en el año 1977 y desde entonces quedó guardado en el Museo de Historia de Sabadell. Ahora, 40 años más tarde, investigadores de la UB emprendieron una nueva investigación para poder determinar la materia con la cual el objeto fue elaborado y han podido determinar que fue elaborado con marfil de hipopótamo. Más tarde, los investigadores realizaron el estudio taxonómico y traceológico y pudieron datar el contexto del yacimiento con radiocarbono.

A través de un análisis de espectrometría de infrarrojo con transformada de Fourier (FTIR) -también con la utilización de la identificación anatómica y taxonómica- han podido identificar el objeto como un primer incisivo inferior de Hippopotamus amphibius. Concretamente, la pieza de marfil medía cerca de 10 cm de largo y 13,2 mm de ancho y con un peso de 11 gramos. Las hipótesis con las que trabajan los investigadores es que este objeto fuera una figurilla o un ídolo humano estilizado o que fuera una espada de tejer. «Este objeto, pues, abre la puerta a considerar otras vías de distribución centradas en la zona noroccidental del Mediterráneo, como las que habían funcionado durante la cultura de las sepulturas de fosa del neolítico medio catalán», sentencian los investigadores.