Un equipo de astrónomos liderados por la Universidad de Oxford, en Inglaterra, han detectado una mancha oscura misteriosa en la atmósfera del planeta Neptuno y también una de más pequeña y brillando muy cerca. En un artículo publicado en ‘Nature Astronomy’, los científicos presentan la que es la primera vez que se ha observado una mancha como esta en el planeta desde un telescopio situado a la superficie de la Tierra, en este caso el Telescopio Muy Gordo que el Observatorio Austral Europeo tiene en Chile.
Un fenómeno habitual en algunos planetas del Sistema Solar
Las manchas oscuras como esta son tormentas enormes que se producen a la atmósfera de los grandes planetas, especialmente de los gaseosos. Si bien algunas duran siglos, como la Gran Mancha Roja de Júpiter, otros son mucho más cortas y difíciles de ver, como las de Neptuno. En este caso, este planeta gigante está helado y a lo largo de los años los observatorios como el Telescopio Espacial Hubble ha podido ver diversas, que parece que siguen un patrón que las hace aparecer y desaparecer en un periodo de tiempo de dos años.

Esto las hace difíciles de observar. Así, por ejemplo, si la sonda Voyager 2 observó dos manchas oscuras en Neptuno cuando pasó cerca del planeta el 1989, las primeras imágenes del Hubble del planeta fueron obtenidas el 1994 y ya no quedaba ni rastro. Sin embargo, las observaciones hechas con los años han permitido aprender bastantes cosas, y en este caso los investigadores querían averiguar como se forman estas grandes tormentas.
El que sabemos de las tormentas de Neptuno
Por el que sabemos, las manchas oscuras de Neptuno son sistemas de altas presiones que empiezan siente estables y empiezan a girar en sentido horario. Así pues, son el contrario que los huracanes del hemisferio Norte de la Tierra, que son de sistemas de bajas presiones que giran en sentido antihorario. Neptuno, además, es un mundo helado con temperaturas medianas de -235 °C, vientos de casi 2.000 kilómetros por hora y una atmósfera azul a causa de una gran presencia de metano.

Un nuevo instrumento permite ampliar el conocimiento
El 2018, cuando lo Hubble observó manchas oscuras nuevas en Neptuno, los investigadores usaron el Telescopio Muy Gordo para observar el planeta con un instrumento denominado Explorador Espectroscópico Multe Unidad, MUSE por sus siglas en inglés, que permite ver un objeto astronómico en muchos espectros de luz a la vez. Además, gracias a una técnica llamada óptica adaptiva, elimina el efecto distorsionador de la atmósfera de la Tierra en los objetos que son afuera, dando un nivel de detalle muy elevado.
Con estos datos, los astrónomos han podido ver que las manchas negras no son ‘agujeros’ o ‘aperturas’ a las nubes sino que se forman cuando partículas que oscurecen el aire se concentran debajo de la atmósfera. El MUSE, de hecho, ha capturado un espectro de luz de Neptuno y su mancha oscura en tres dimensiones, cosa que ha permitido estudiar la tormenta con detalle y, incluso, descubrir una nube muy brillante que no se había visto nunca hasta ahora y que se encontraba junto a la mancha foca, al mismo nivel atmosférico. Una formación de origen desconocido y que se quiere estudiar en profundidad.

