El Telescopio Espacial James Webb de la NASA nos vuelve a llevar imágenes espectaculares pero este golpe de dentro mismo del Sistema Solar. Se trata de unas fotografías de Saturno donde sus anillos resplandecen como no lo habíamos visto nunca, en unas observaciones que han permitido que los astrónomos aprendan cosas nuevas de cómo es la atmósfera de este gigante gaseoso, el segundo más grande de nuestro vecindario galáctico.
Si Saturno aparece tan oscuro es porque el gas metano que contiene absorbe prácticamente toda la luz del Sol mientras que los anillos, en cambio, la reflejan más y continúan brillando, formando esta imagen a que estamos tan poco acostumbrados. Además de los anillos, con las suyas divisiones, a la izquierda de la fotografía también podemos ver tres de las lunas del planeta: Dioni, Tetis y una de las más famosas, Encèlad, que ha estado objeto de varios artículos de ‘Mundo Planeta’ a lo largo de los años.

Nuevos misterios a la atmósfera
Es la primera vez que James Webb observa Saturno con la suya cámara de infrarrojos altamente sensible. El observatorio orbital, que es a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, destaca precisamente para obtener imágenes en unas longitudes de ola de la luz más largas que las que estamos acostumbrados y, está claro, mucho más que la luz visible. Lo va gracias a su NIRCam, uno de los instrumentos más conocidos del telescopio, que gracias a esto puede detectar las lunas de Saturno como, en una escala más grande, puede ver galaxias extraordinariamente antiguas y lejanas y la luz de las cuales nos llega muy débil.
Un rasgo curioso es que, si bien la diferencia entre el polo norte y el sur es normal, el hemisferio norte es mucho más oscuro del que esperaban los astrónomos, que piensen que puede tratarse de un fenómeno estacional desconocido que afecta concretamente los aerosoles de los polos. En cuanto a la brillantez al lado del disco del planeta, las teorías son que es a causa de metano a mucha altura, a emisiones de la ionosfera del planeta o a ambas cosas.

