Una investigación del Planetary Science Institute (PSI) ha utilizado cráteres de impacto como herramienta de datación. El nuevo estudio, publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters, determina que el agua habría fluido por los valles de Marte durante centenares de millones de años, a pesar de esto, los lechos de los ríos habrían estado generalmente secos.
Alexander Morgan, autor del trabajo y científico del Planetary Science Institute, ha explicado que, si bien Marte hoy «es un desierto global, su superficie conserva una amplia evidencia de flujos de agua en el pasado, incluidos los que parecen ser valles fluviales. La escala de tiempo en la cual se formaron estos valles tiene grandes implicaciones para la habitabilidad temprana de Marte, puesto que las eras largas con agua líquida estable serían más propicias para la vida».
Una red de valles de 3.000 millones de años
Estos valles fueron considerados durante mucho de tiempo una de las evidencias más sólidas de agua líquida en el Marte primitivo. Más tarde, varios trabajos, investigaciones y estudios, descubrieron que para erosionar estos valles hacían falta decenas de miles de años, como mínimo.
Margan explica que en este nuevo estudio utilizó «cráteres anteriores y posteriores a los sistemas de valles para establecer límites máximos de centenares de millones de años en la era en la cual se formaron estos sistemas. Trabajos anteriores solo habían determinado escalas de tiempos mínimas, por lo cual estos nuevos resultados proporcionan un límite superior en la escala de tiempo durante la cual los valles marcianos estuvieron activos».
Morgan, pero, destaca que unas «escalas de tiempos más largas implican que las condiciones que permitieron que los ríos fueran muy intermitentes, con largos periodos áridos intercalados con breves episodios de actividad fluvial«.
Eso sí, los resultados de la investigación sugieren que los ríos de Marte se estaban erosionando a un ritmo muy lento, de forma similar a la erosión de algunas partes del desierto de Atacama en Chile. Para explicar esto, dicen que la erosión en Marte podría haber sido inhibida por las grandes rocas que se acumulaban a los lechos de los ríos, a pesar de que otra explicación podría ser que los ríos fluían con muy poca frecuencia.

Dos tipos de Marte diferentes
Los científicos que se han dedicado, históricamente, a estudiar Marte han situado el planeta rojo primitivo en dos partes diferentes: la del Marte «cálido y húmedo», que contaba con un océano, o el que era «frío y helado» con gigantescas capas de hielo. Morgan, pero, quiere rehuir de esta descripción de «dos palabras», puesto que según el investigador, el Marte primitivo «era complejo y las condiciones que permitían la presencia de agua en la superficie probablemente variaban considerablemente».
Una comparación con la Tierra, que es constante, puesto que «la Tierra ha sufrido cambios climáticos masivos a lo largo de su historia, por ejemplo, hace 20.000 años el área que ahora es Chicago estaba bajo centenares de metros de hielo».